La delincuencia tiene vínculos con círculos de poder

La socióloga Tahira Vargas advirtió que los niveles de delincuencia, criminalidad y microtráfico en el país, podrían aumentar debido a que es obra de una red de crimen organizado vinculada a personas que tienen dinero y poder.

La experta asegura que la delincuencia y el crimen organizado, relacionada o no al narcotráfico, son fortalecidos y sustentados por los organismos de seguridad, que garantizan la impunidad de quienes se dedican a una actividad que pueden asumir sin ningún tipo de problema.

Vargas reveló que estudios muy serios realizados en los barrios de las principales ciudades dan cuenta del auge de los puntos de venta de drogas donde los distribuidores deben pagar peaje a la policía, además de que es recurrente que agentes del orden participen en atracos y acciones delictivas de todo tipo.

La experta ve el origen del problema en la profunda inversión de valores en la sociedad, que han llevado a una parte importante de la juventud a querer enriquecerse fácil y rápidamente en el negocio de las drogas y en las bandas de delincuentes.

Vargas relaciona estos comportamientos con los bajos niveles de educación y la falta de inversión estatal en el sistema educativo. Destacó que investigaciones realizadas revelan que la exclusión social es un factor común en los jóvenes que delinquen. Indicó que estos jóvenes se colocan fuera del sistema porque no tuvieron oportunidad de obtener un empleo, en un país citado con uno de los índices más altos de desempleo en la población joven de América Latina.

“Estos jóvenes tampoco pudieron seguir estudiando por muchas razones, el mismo sistema genera expulsión, y esta población al no tener acceso a la educación no tiene posibilidades de movilidad social”, señaló.

En este punto, Vargas explicó que el gobierno profundiza el problema al negarse a invertir en educación el 4% del Presupuesto Nacional, como lo establece la Ley.  

La sicóloga habló en el Programa Líderes que conduce Orlando Jorge Mera y se refirió también a cómo esta situación de inseguridad se suma al deterioro creciente de los servicios públicos, al incremento en el costo de los alimentos básicos, y a las deficiencias en el sistema de salud y educativo.

La situación actual es desesperante para amplios sectores “y por eso vemos que en todos los pueblos del país se han hecho protestas y en este último año con un promedio de una por día, o sea, que estamos hablando de 30 protestas por mes” –dijo- Vargas
La socióloga reiteró que este deterioro es insostenible para las familias y les genera mucha irritación e impotencia porque no hay interlocutores, y nadie decide intervenir.

“Tenemos un presidente que siempre está fuera del país y sus funcionarios tampoco dan respuestas, no tienen un mecanismo para mantener el contacto con la gente, que vive con una sensación de abandono”, por lo que concluyó que es urgente que el gobierno rompa su silencio y asuma su responsabilidad aportando respuestas concretas a los reclamos de la ciudadanía.

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