Evelio Agustín Tieles Ferrer se sintió cómodo entre el colectivo del espacio ¿Qué Pasa hoy?, por eso no fue difícil que desatara su intensa fluidez vocal y hablara “desde y para el corazón”, de aquellos primeros momentos en que apenas
con unos siete años comenzó el aprendizaje de unos de los instrumentos más sublimes del arcoíris musical, en escenarios tan hermosos como su Cuba natal, París, Moscú y ahora, esa España donde dirige artísticamente la Orquesta de Cámara de Vilaseca y su nombre figura como Profesor Emérito del Conservatorio Profesional de Música.
-Díganos, por favor, cómo fue todo en un principio…
“Ante todo debo decir que si tuviera que volver a nacer no me veo sin el violín. Fue mi madre quien, siendo yo muy niño, insistió en que pidiera a mi padre un violín como regalo de su viaje a Nueva York para asuntos de su profesión como Odontólogo. Y ahí empezó la aventura. A mi no gustaba estudiar mucho, pero los padres de aquella época eran muy fuertes y su insistencia me ayudó; además, fui tomando conciencia y cuando me vi en París aprendiendo entre grandes maestros y luego en Moscú, comprendí que no podía defraudarlos”.
-¿También era su padre profesional en la música?
“No, mi padre fue presidente de los dentistas cubanos en muchos períodos y trabajó fuerte porque tuvieran calidad de vida en general. Pero, el llevaba la música por dentro y fue mi primer maestro de violín. Creo que vio en mí la posibilidad de la realización total que personalmente no alcanzó en esta manifestación artística. Grandes personalidades de la época le aconsejaron que mi hermano y yo estudiáramos en Europa, pues consideraban que teníamos vocación. Con sus propios recursos nos sustentaron todo este largo período de preparación”.
-¿Y cómo fue el choque con ese Moscú donde entonces se multiplicaban los grandes músicos y artistas en general?
“La verdad es que yo, que me consideraba bueno en lo que hacía, cuando llegué a Moscú, después de estar en París, me sentí el último de la fila. Así que me puse a estudiar más y más y no crean, que a veces pensé en dejar todo…Pero, esto implicaba decírselo a mis padres y ¿cómo podía después de tantos sacrificios no responderles a ellos con la misma intensidad y esfuerzos? Concursé en varios auditorios importantes, hasta ser finalista en el Henryk Wieniawski, año 1962 y P.I. Tchaikovski, 1966. Así fui avanzando, posteriormente, actué en varias ocasiones en los Estados Unidos, donde tuve una crítica muy positiva del Washington Post”.
-¿Qué es para Evelio Agustín Tieles el violín?
“Hace apenas unos días, en una entrevista que me hicieron en La Habana, respondí a esta misma pregunta así: el violín es mi vida”.
-¿Por imposición al principio…?
“Y por asunción después. Al cabo de los años comprendí que fue un camino de realización personal, porque uno posee hasta el deseo de conocer la artesanía del instrumento; pero, esto llega a través del arte. Es paradójico lo que voy a decir: el arte parece no dar nada, pero lo es todo…Se crea una ilusión que no es nada, y cuando toca los sentimientos es todo”.
-¿Y en esa particularidad de sentimientos, cómo se integran las notas de violín?
“Esta pregunta me retrotrae a la frase del gran violinista italo- norteamericano Ruggiero Richi, verdadero prodigio, a quien tuve la suerte de escuchar y de quien aprendí mucho, bueno aún sigo aprendiendo. El definió el violín como un instrumento cantable, aún en su técnica tiene que cantar. El violín es lo más cercano que hay a la voz humana, con la particularidad de que
tiene en las cuatro cuerdas esas riquezas musicales.
“Los grandes músicos del siglo XIX, como Paganini, hacían sus conciertos con sopranos. Es por esta gran capacidad del violín de mover la sensibilidad y por las capacidades de registro y técnica, que permite transmitir esas hermosas sensaciones que transmite el ser humano”.
– ¿Cuántos sacrificios conlleva ser un músico como usted?
“Tener clara cuál es la opción; no dejarse debilitar por las dificultades; saber que el esfuerzo tiene que guiarse por los resultados”.
-¿Qué es para usted la música?
“Me remito a Emerson y digo que donde no llega la palabra, llega la música. Hay cosas que nada más pueden expresarse tocando la música con su refinamiento y matiz más indeleble… La música me hace llorar aún hoy, con la edad que tengo”.
-¿En cuáles países ha actuado?
“En Estados Unidos, México, Venezuela, Argentina. En Europa he tocado en la ex URSS, Polonia, Bulgaria, Francia, España. También he estado en Siria, Chipre… No me puedo quejar, porque en todos esos sitios han sido muy bien acogidas mis interpretaciones”.
-¿Hay facultades específicas que desarrolla un músico?
“Bueno, las facultades que desarrolla un músico están presentes en todas las personas. Pero, el talento supremo está en la voluntad de potenciar eso. Tienen que vincularse talento y esfuerzos. Hay personas más sensibles que otras. Pero, ahí está el maestro que enseña a tocar con el corazón y en esto insisto, en el concepto de aprender, aún cuando a veces le sufran…”.
-Cuando usted habla de quienes “le sufren”, ¿se refiere a sus familiares más cercanos, sobre todo su esposa, o también sus alumnos?
“Me sufren, porque cuando profesionalmente hay que hacer algo, esto implica exigirlo. Al hablar de democracia hay que asumir que no se trata de una charla de café, sino de la discusión de temas a través de los cuales se llega a acuerdos que se aplican y se realizan. No se pueden cambiar los acuerdos. Si hay que hacer algo que nos supera y ayuda, aún cuando cueste mucho, hay que hacerlo, aunque se sufra. Es fundamental esto, porque mis alumnos saben que no estoy enfrentado a ellos, sino a su lado. No les dicto cátedra de frente, sino en sus propias filas, insistiendo en que sí pueden hacerlo. No siempre se entienden los sacrificios, pero al estar conscientes de estos, es imprescindible trabajar mucho para lograr lo que se quiere”.
Interrogado finalmente acerca de los sueños por cumplir, el excelso violinista Evelio Tieles resume que desea mantener esas raíces musicales que sustentan su existencia en su Cuba natal y en tierra catalana, donde reside en estos momentos junto a su esposa, Franci Puig . Para concluir sus expectativas personales, anhela conocer al nieto que nacerá en julio próximo en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
Post nota:
Tieles estudió bajo la dirección de grandes maestros como su propio padre, bajo los consejos de Joaquín Molina. En París y Moscú le adiestraron figuras como Jacques Thibaud, Rene Benedetti, Davis Oistrach e Igor Oistrach y Henry Szering. Obtuvo la Maestría en el Conservatorio Chaikovski.
Fue el primer director Académico extranjero en 165 años de historia del Conservatorio Superior del Liceo de Barcelona. Fundó la Orquesta de Cámara de la Escuela Nacional de Arte, el Conjunto de Cámara de La Habana y de Camagüey, la Manuel Saumel, ya disuelta y la que es hoy en día, Orquesta de Cámara de La Habana. Ha recibido galardones como el Diploma al Mérito Artístico otorgado por el Instituto Superior de Arte cubano y muchos más, nacionales e internacionales. Actualmente, es Profesor Emérito del Conservatorio Profesional de Música de Vilas- Seca y director artístico de su Orquesta de Cámara.