¡Qué inicio!

El tema, por demás peligroso, triste y comprometedor, deviene reiteración increíble de un hecho que nunca debió suceder por primera vez. Más de una decena de niños y niñas fueron intoxicados en este primer día de clases, tras ingerir su desayuno escolar. El ministro de Educación Melanio Paredes  había anunciado su reanudación, a fin de alimentar  a más de un millón 365 mil estudiantes de las escuelas públicas y ahora ha creado una comisión que investigue, otra vez…

En franca paradoja  con el propósito de “fortalecer las estructuras y eficienciar los procesos operativos del Programa de Alimentación Escolar (PAE)”,  el inicio de las clases marca un matiz que demerita el propósito planteado por el titular de Educación de “mejorar en diferentes áreas del programa,  la Dirección General de Bienestar Estudiantil (DGBE)”.  
 
El cuadro de diarreas y vómitos, unido a los dolores estomacales y de cabeza presentado por los menores  no se justifica por haber ingerido leche de chocolate y biscocho, a no ser que estos productos contengan algún ingrediente tóxico, como a todas luces ha sucedido. Aunque algunos fueron enviados poco después a sus hogares, la situación de toxicidad  y el ingreso para mantener a
otros de esos menores bajo observación, provoca más que una gran intranquilidad, no sólo para las autoridades competentes, sino para toda la sociedad dominicana.
 
El año 2010 concluyó con este problema en vías de solución: comisiones creadas, investigaciones “de tipo criminal de la situación”, suspensión por varios meses del desayuno; pero, aunque se conoció que  la empresa Lácteos Dominicanos (LADOM), que fuera desde el principio la principal suplidora del programa, quedó fuera, nada quedó claro para la opinión pública.

Ya no se trata de esperar “en breve” que el Ministerio de Educación explique lo ocurrido, ni de la promesa  de que algo así no se volverá a repetir. Se requiere sustituir a quienes hasta ahora no han podido dar tranquilidad a los padres cuando los hijitos marchan a sus escuelas y reciben el necesario,
imprescindible, pero ante todo certificado, desayuno escolar. Se necesitan acciones, no más investigaciones inconclusas, para que ningún niño o niña dominicana se intoxique con su alimento matutino. Que hablen los responsables y resuelvan de una vez este gran problema.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest