Los multitudinarios actos simultáneos en todo el país y en las seccionales del exterior del PRD, en el lanzamiento oficial de la precandidatura presidencial de Miguel Vargas Maldonado, su creciente popularidad, es un reflejo de la necesidad de cambio que tienen la mayoría de los dominicanos, hartos con la política clientelar, la corrupción, el despilfarro, el narcotráfico y el alza desmesurada de los bienes y servicios.
Es este hartazgo que ha llevado a convertir al ingeniero Miguel Vargas en los niveles de popularidad en que se encuentra y en el candidato de oposición que hasta ahora ha liderado la intensión del voto, colocándolo como seguro presidente de la República Dominicana, según los datos de todas las encuestas que se realizan.
La gente de todos los niveles expresa que Miguel es “cambio, cambio y cambio”.
Porque la gente quiere un cambio de presidente, de gobierno, pero además, y es lo que ven en Miguel Vargas, la posibilidad de aplicar una forma nueva de gobernar, de gestionar la economía, una forma nueva de gestionar los impuestos, de hacer política, que se deje atrás esa forma de hacer política del slogan, de la propaganda, en definitiva del incumplimiento, como ha sido este Gobierno y el partido que lo dirige.
Los dominicanos quieren menos declaraciones, menos seminarios, menos discursos, menos viajes, y más soluciones a sus problemas.
La gente está cansada de promesas incumplidas, de discursos bonitos, de seminarios, porque quien promete y le sale mal la promesa es responsable de su falsa promesa…aquí de lo que se trata es de dar la cara y solucionar la terrible deuda social que lacera a nuestro pueblo.
Por ello es que los dominicanos necesitan un líder, un presidente “trabajador, serio, capaz, un presidente que resuelva y que desde el primer día respete la Constitución y las leyes, y no uno que se dedique a violarlas, a teorizar sin resolver nada ni otro que se burle, con sus cherchas e incoherencias, de las urgentes y serias necesidades de la gente”.
Miguel Vargas ha advertido que “la mejor forma de contribuir a la unidad que todos queremos y por la que estoy trabajando desde el momento que recogí del suelo, junto con ustedes, el jacho apagao, es asistiendo masivamente el próximo 6 de marzo a votar a favor del cambio, de la unidad y de la victoria que representamos”.
“Desde ya, abro con humildad mi puerta a mis hermanas y hermanos perredeístas, a mis competidores, respetando espacios y reconociendo derechos, para que todos unidos hagamos posible el cambio que quiere la gente y demos al país un gobierno como el que quiso, como el que soñó, como el que anheló José Francisco Peña Gómez”.
Ante miles de hombres y mujeres del pueblo, de perredeístas, de simpatizantes de su candidatura refiriéndose a su profesión de ingeniero, Vargas testimonió: “toda mi vida la he dedicado, con la gracia de Dios, a construir con éxito, para el bienestar de mi familia, para el bienestar de mis colaboradores y empleados, y sobre todo, para el bienestar de los miles de trabajadores que me han acompañado”.
Dirigiéndose a diferentes puntos del amplio auditorio, les dijo: “hoy me comprometo a hacer lo mismo desde el Gobierno por ti, por ti, por ti, por todos los perredeístas y por el pueblo dominicano”.
La gente, entre cambio y continuidad, está decidida por el cambio, por el candidato del cambio que es Miguel Vargas.
Por el candidato que saque del Palacio Nacional a esta administración peledeísta que solo da y refleja “ingratitud, intriga, deslealtad, trampa, artimaña, violación, malignidad, perversidad, crueldad, depravación, traición, farsa, mentira, engaño, pillaje, estafa, robo, saqueo, desfalco, malversación, corrupción, y sobre todo, el ¨comesolismo¨ que ha instaurado el PLD en su forma de gobernar”.
