Los republicanos no tardaron mucho tiempo en cumplir su promesa de derogar la reforma de salud impulsada por la administración Obama.
Dos semanas después de estrenar la mayoría obtenida en las elecciones de noviembre pasado, la Cámara de Representantes votó el pasado miércoles por la derogación de la reforma faro del presidente Barack Obama sobre la cobertura de salud, una medida simbólica que debería ser bloqueada en el Senado. Los legisladores votaron 245-189 por la aprobación de una norma que vuelva atrás un cambio histórico, pero este voto casi no tiene posibilidades de superar el Senado (con mayoría demócrata) y ninguna de franquear el veto de Obama.
“Nuestra promesa fue revocar el ‘Obamacare’”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, utilizando nombre de burla a la reforma, “¿por qué? Porque va a aumentar el gasto, aumentar los impuestos y destruir empleos en Estados Unidos”.
Sondeos muestran que los estadounidenses están divididos ante la ley. Una encuesta ABC News/Washington Post mostró esta semana que más estadounidenses creen ahora que la reforma será más dañina que beneficiosa para la golpeada economía del país. Pero el sondeo también mostró que solo un 18% apoya la revocación de la ley.
Los republicanos dicen que la ley aplica altos costos y normas complejas a las empresas. Los demócratas dicen que la ley es una medida histórica para brindar cobertura médica a más de 30 millones de personas que actualmente no pueden pagarlo, a la vez que reduce los costos de salud y mejora las protecciones a los consumidores.
La ley prohíbe a las compañías el negar cobertura a la gente con condiciones de salud preexistentes.
Hasta 129 millones de estadounidenses menores de 65 años tienen problemas médicos que los ponen en riesgo de ser rechazados por las compañías aseguradoras de salud o de tener que pagar más por esa cobertura, según un estudio del Gobierno.