Rodríguez y Canó guían triunfo de los Yankees

Houston, EE.UU.- Aunque la serpentina de los Yanquis de Nueva York colapsó ante el ataque enemigo, cobró protagonismo el poder y lo oportuno de sus bates para comenzar una vez más con la ventaja en la serie por el título de la Liga Americana, que defienden como campeones del "Clásico de Otoño".

Esta vez la apuesta del piloto de los Yanquis, Joe Girardi, falló en el montículo, pero la fórmula ganadora se centró en el poder de los bates, que a partir del séptimo episodio empezaron a explotar para que los Bombarderos del Bronx remontaran la pizarra y vencieran 6-5 a los Vigilantes de Texas.

El segunda base dominicano Robinson Canó se encargó de dirigir el ataque pegando vuelacercas, y su compatriota el antesalista Alex Rodríguez anotó la carrera de la victoria contra su ex equipo.

La novena de los Yanquis, que pasaron a la fase final con el comodín, tomaron la delantera en la serie al mejor de siete por el título de la Liga Americana, y dejan números de 1-0 sobre los campeones de la División Oeste.

Los Yanquis han ganado 10 juegos consecutivos de fase final contra los Vigilantes, a quienes vencieron en postemporada en sus únicas tres apariciones previas en fase final en las campañas de 1996, 1998 y 1999.

Mientras que los Vigilantes tienen registro de 0-7 en su campo, cinco de esas siete derrotas han sido ante los Yanquis. El equipo tejano no ha podido ganar hasta ahora un solo juego de fase final en su campo, en donde tiene registro de 0-5.

Con este triunfo, los Yanquis se convierten en el primer equipo en ganar un juego de fase final después de ir perdiendo por al menos cuatro carreras en el octavo episodio, desde que los Astros de Houston lo hicieron en la campaña del 2005.

Los Astros iban perdieron 1-6 ante los Bravos de Atlanta, en el octavo episodio en juego por la serie divisional de la Liga Nacional en el cuarto partido, y al final vencieron 7-6 en 18 episodios.

El duelo brillaba para los Vigilantes, que con el guardabosques Josh Hamilton pegaron un jonrón en el primer episodio, y consiguieron tres anotaciones en esa misma entrada, para sumar más anotaciones que en dos juegos anteriores de fase final que tuvieron ante los Yanquis en 1998 y 1999. En esos duelo anotaron sólo una carrera en cada juego.

Esta vez los Vigilantes habían descifrado el juego a través del brazo titubeante del abridor de los Yanquis, C.C. Sabathia, que perdió el control del juego en cuatro entradas. Sabathia fue castigado con seis imparables, un jonrón y cinco carreras.

Pero los bates recuperaron lo que Sabathia había perdido, y mientras que Canó encendió los bates pegando vuelacercas, Rodríguez anotó la carrera de la victoria.

Canó (1) dio movilidad la pizarra para los Yanquis, pegando batazo de cuatro esquinas sin gente en los senderos, y se convirtió en el bate de los Yanquis más productivo, con dos remolcadas y una anotada.

En el octavo episodio el parador en corto Derek Jeter inició racimo de cinco con doble remolcador, para remontar la pizarra.

En ese episodio, Rodríguez se embasó con sencillo a la izquierda, y pisó la registradora con la carrera del triunfo con otro batazo de una almohadilla del bateador designado Marcus Thames.

La victoria se la acreditó el relevo Dustin Moseley (1-0) ponchando a cuatro, mientras que el cerrador panameño Mariano Rivera (1) se encargó de cerrar con broche de oro, rescatando el juego en una entrada, permitiendo un imparable y ponchando a uno.

Rivera logró su salvamento número 42 en juegos de fase final, para ampliar su marca de la liga. El panameño ha permitido sólo una carrera limpia en sus 21 apariciones en la fase final, en los que ha lanzado 28 episodios.

El piloto de los Vigilantes, Ron Washington, no quiso entrar en la valoración si su equipo había "regalado" el partido o los Yanquis, al final, fueron mejores.

"Lo único que puedo decir es que no supimos ejecutar bien", destaco Washington. "El partido estaba bajo nuestro control, necesitábamos sólo seis ‘outs’ para conseguir la victoria y no fuimos capaces de lograrlo".

Por su parte, Girardi dijo que nada de lo que hicieron los Yanquis le sorprendió porque sabe de la clase y talento que tienen los jugadores, como luchan, se motivan unos a otros y no dan nada por perdido hasta que no se han acabado los partidos.

"Al margen de la gran clase que poseen cada jugador, su compenetración y actitud en buscar siempre la victoria es decisiva", subrayó Girardi.

El segundo juego de la serie se llevará a cabo el sábado a las 4:07 hora del Este, nuevamente en el campo de los Vigilantes, el Rangers Ballpark, cuando los Yanquis suban al montículo a su abridor Phil Hughes, quien deberá enfrentar a Colby Lewis, del equipo tejano.EFE

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