El presidente del CONEP, Lisandro Macarrulla, rechazó este miércoles que desde Costa Rica pretenda imponer una camisa de fuerza a las relaciones comerciales de la República Dominicana.
Macarrulla se opuso a que se exhiban posiciones beligerantes que no se compadecen con las prácticas vigentes de libre comercio y el espíritu de los vínculos positivos entre los sectores productivos de ambos países.
Dijo que el CONEP respalda la posición asumida por las autoridades dominicanas de que asumirá la defensa del país ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), así como apoya firmemente a los sectores productivos dominicanos que se ven afectados por el diferendo comercial entre Costa Rica y República Dominicana.
“La declaración de la ministra de Comercio Exterior de Costa Rica, Anabel González, de que si República Dominicana quiere acercarse cada vez más a Centroamérica va a tener que aprender también que aquí los tratados se cumplen por las buenas o por las malas”, ha causado profunda extrañeza en el CONEP, ya que por su experiencia, y largos años de trabajo en negociaciones comerciales, no se entiende una posición radical y amenazante como la exhibida en el diferendo comercial entre los dos países”, declaró el presidente del organismo cúpula del empresariado dominicano.
Agregó que de conformidad con los derechos que le asiste a un estado soberano, Costa Rica puede acudir a las instancias que entienda y que rigen cualquier diferendo comercial que se pueda presentar, en el marco de un tratado de libre comercio, al igual que a la República Dominicana también le asiste el mismo derecho.
“Lo lamentable del caso es que se pretenda imponer una camisa de fuerza a las relaciones comerciales entre los dos países y que se exhiban posiciones beligerantes que no se compadecen, ni con las prácticas vigentes en la materia, ni tampoco con el espíritu positivo que siempre han caracterizado los vínculos de los sectores productivos de Costa Rica y República Dominicana”, expresó Macarrulla Tavares.
“Lucir intransigente, en un mundo globalizado con instituciones existentes para dilucidar diferendos, como la Organización Mundial de Comercio, no es lo más aconsejable para lograr acuerdos y decisiones entre las partes signatarias de los tratados de libre comercio”, puntualizó el presidente del CONEP.
