La ONU llama a la contención de la tensión en el Líbano

Beirut.- El coordinador especial de la ONU en el Líbano, Michael Williams, llamó hoy a la contención y a frenar la escalada de tensión en el país tras reunirse con el jefe de Relaciones Internacionales del grupo chií Hizbulá, Ammar Musawi.

En un comunicado, Williams explicó que durante el encuentro examinó "con Musawi la situación interna y el reciente aumento de la tensión" por la supuesta politización del Tribunal Especial de la ONU para el Líbano (TEL), que debe juzgar a los autores del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri en el 2005.

Además, señaló que "es urgente que todas las partes hagan lo que está a su alcance para frenar la escalada de la retórica y trabajen juntos, a través del diálogo, para superar los asuntos difíciles y sensibles".

Esta preocupación se debe a las acusaciones mutuas vertidas por los líderes libaneses por sus divergencias en cuanto al TEL, cuyas conclusiones, previstas para fines de este año, hacen temer la vuelta del conflicto sectario ante la posible acusación contra miembros de Hizbulá.

"Es importante recordar que gran parte de la tensión actual está basada en la especulación", indicó Williams, quien subrayó que "en la política y la diplomacia es importante actuar en base a hechos concretos".

El coordinador especial de la ONU pidió que se eviten "las acciones de provocación en el sur" y aseguró que su organización "apoya el trabajo de las instituciones libanesas, que son la salvaguarda de la seguridad, estabilidad e integridad del país, por lo que deben ser preservadas".

Por su parte, Musawi precisó que habló con su interlocutor de "la evolución de la situación local y regional, en especial de las acusaciones que el fiscal del TEL podrá emitir", en referencia a la posible implicación del grupo chií.

En un comunicado, el dirigente de Hizbulá calificó de "bomba de relojería" el acta de acusación del magnicidio de Rafic Hariri.

Musawi recordó que tras este asesinato, del que en un principio se culpó a Siria, se detuvo de modo arbitrario, durante cuatro años y en base a falsos testigos a cuatro generales, entre ellos el ex jefe de la Seguridad Nacional Yamil Sayed.

Por último, denunció que "desde el comienzo de la investigación existe una indiferencia deliberada hacia la posible implicación de Israel" en el asesinato de Rafic Hariri. EFE

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