Tras cuatro fines de semana de constituirse, el Restaurante Casa Loma Alta. Todo diferente, marca pautas en un nuevo proyecto que significa sobre todo la conclusión de un sueño. Situado en la carretera de Cambita, en el sitio el Majagual. San Cristóbal, su gestor, Máximo Mota, responde a DominicanosHoy con manifiesta sencillez y noble orgullo:
¿Qué tanto se diferencia Restaurante Casa Loma Alta con sus homólogos en la capital?
“Su particularidad está en el origen. Es que lo concebimos originalmente como una casa, a donde iban mis amigos y familiares. Comíamos, conversábamos y ellos mismos me sugirieron que conformase este restaurante. Sólo añadimos las mesas.
Por eso lo llamo Casa, porque lo es en definitiva: Loma alta, porque está en una loma y todo diferente, porque realmente, marcamos la diferencia.
“El ambiente es el anterior, un sentimiento de hogar al que se suma esa manera de preparar los platos en el momento. No me gusta congelar mucho tiempo los alimentos, por lo que todo es muy fresco y original, además, en su presentación y gusto”.
-¿Capacidad?
“Para unas 25 personas; pero, hay espacio hasta para cien y existen mesas en los jardines y otras áreas externas del lugar”.
-¿Menú?
“En el menú se destacan varios platos de comidas internacionales: pastelones, pastas, carnes de pollo, cerdo, res, mariscos, variedades de pescados que se combinan con frutas exóticas, muy gustadas por los comensales”.
¿Y usted, particularmente, qué sugiere?
“Bueno, hay diferentes tipos de carnes, ensaladas. Pero, en el caso específico de las pechugas, por ejemplo, se sirven con piña. Otras carnes con melocotones, etc. Realmente, se le da un toque diferente. Es una forma distinta de ofrecer un plato, un toque muy particular”.
Pintor, hacedor de esculturas en maderas y barros, artesanías en general, Máximo Mota se refiere a las posibilidades que tiene este sitio, donde se incluye la naturaleza como adorno.
“Como decorador trato de llevar el paisaje de afuera al interior. Todo esto da colorido a las áreas interiores, se mezcla y crea una armonía que une los espacios”.
Árboles de eucaliputs, gallitos, platanitos, flores de seda, trinitarias, cayenas, árboles diversos llenan los rincones de la casa y forman parte de ese adorno original. Mota rememora que los arbustos que el ciclón George casi exterminó, con aquellos que quedaron, multiplicó una vegetación frondosa y la empleó en parte para la estructura física del restaurante.
-¿Paraíso terrenal?
“Es que la vista coadyuva, la cordillera central se avista y esto es fascinante. Contamos también con los cítricos, que crecen allí mismo, como naranjas, toronjas, mandarinas, aguacates, guayabas, granadas, cerezas, limón; diversos vegetales y frutas se cultivan en el sitio. Los postres los elaboramos nosotros mismos y también con las yerbas finas que crecen en los alrededores procesamos salsas y aderezos”.
-Sería muy loable que el visitante pudiera disfrutar allí de “pasa días”…
“Aún no lo tenemos dispuesto así; pero, pensamos colocar juegos en las áreas verdes, con mesas con dominós para los adultos y los menores tendrían también sus propias áreas de entretenimiento”.
-¿Se considera defensor de medio ambiente?
“Sí, fíjense que al principio no quería fumigar para no emplear fungicidas que pudieran estropear el medio ambiente, hasta que un amigo me dijo que mezclara jabón de cuaba con coca-cola y así evitaba hongos que dañan a las plantas. No quiero utilizar químicos que las afecten a ellas y a las aves.
“Como la zona es fresca, no se multiplican los mosquitos, aunque claro que se asumen medidas preventivas para evitar criaderos. También empleo abonos naturales y así la vegetación se conserva y se multiplican las bellezas, no los daños a la naturaleza”.
-¿Horarios y precios?
“Abrimos los sábados, a las 11 AM y continuamos prestando servicios mientras haya un cliente. Creo que son razonables los precios. Estuve observando los menús de diversos restaurantes y concebí los nuestros por debajo. Algunos consideran que los postres están un poco caros, pero es que son de frutas de nuestra propia casa, elaborados con mucho amor y destreza”.
– ¿Las reservaciones?
“Pueden llamar a los teléfonos 809 803 3456 y 809 9813385. Será un placer servirles para que puedan sentirse satisfechos”.
Finalmente, conversamos con Máximo Mota acerca de sus conceptos sobre la amistad, elemento propulsor de esta obra: “algo muy sólido”, responde y amplía en su propósito de llevar la vida como un mejoramiento de cada día: “muy efímera. Por eso hay que vivirla al máximo”.
No hay duda de que el Restaurante Casa Loma Alta, todo diferente, ubicado en la Carretera hacia la colonia Majagual, en Combita, San Cristóbal, conjuga esa magia que sólo alcanzan quienes añaden al arte culinario sus dotes artísticos: es lo que ha logrado su dueño, Máximo Mota Arbona, al erigir esta bella instalación que define con palabras propias:
“Soñé con un sitio así, donde las montañas integraran luz, sombras, neblinas, frescura y un ambiente que integrara flores, árboles endémicos, orquídeas, helechos. Lo demás ha resultado un arreglo personal. Me ha ayudado mi labor como diseñador de interiores.
“En cuanto a lo que significa para mi: un verdadero placer, sobre todo cuando observo la manera en que las comidas, adornadas con flores y frutas cultivadas en el propio entorno, son retribuidas con sonrisas de aceptación y esa promesa de los visitantes de: ´volveré´, porque paladar y naturaleza no logran esa conjunción tan fácilmente en sitio alguno.
“Se trata de unaopción diferente, esmerada atención y sobre todo, ese sentimiento mayor de considerar la belleza geográfica de la República Dominicana como coadyuvante del encanto gastronómico”.