Naciones Unidas.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó hoy de "ofensivas" y "llenas de odio" las declaraciones del mandatario iraní, Mahmud Ahmenineyad, en las que acusaba a Estados Unidos de haber planeado los atentados del 11-S.
En una entrevista concedida al servicio en farsi de la BBC, y de la que la Casa Blanca difundió hoy algunos extractos, Obama afirma que el que Ahmadineyad añadiera a esas acusaciones el agravante de hacerlas en Nueva York, cerca de la "Zona Cero", convierte esas declaraciones en "inexcusables".
Según el presidente, "haber hecho esa declaración aquí en Manhattan, sólo un poco al norte de la Zona Cero, donde muchas familias perdieron a sus seres queridos, gente de todas las creencias y razas que ven aquello como la gran tragedia de esta generación (…) que hiciera una declaración como esa es inexcusable".
Las declaraciones, insistió el presidente estadounidense, "fueron ofensivas. Están llenas de odio".
Estados Unidos y otros países abandonaron el pleno de la Asamblea General de la ONU después de que Ahmadineyad expresara sus dudas sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York, Washington y Pensilvania.
Ahmadineyad, durante su discurso en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se refirió a los atentados del 11-S como una conspiración estadounidense vinculada con Israel, lo que provocó la salida de la sala de los representantes de Estados Unidos.
"Hay que analizar el suceso del 11 de septiembre de 2001 que afectó a todo el mundo desde hace más de una década", dijo el presidente iraní, quien señaló que entonces se mostraron muchas imágenes del ataque y "casi todos los Gobiernos condenaron el incidente".
Agregó que "después la máquina de la propaganda comenzó a funcionar" e inició el conflicto de Afganistán, además de afirmar que "algunos segmentos dentro del Gobierno estadounidense orquestaron el ataque para revertir el declive de la economía estadounidense y también para salvar al régimen sionista".
Esas palabras provocaron que las delegaciones estadounidense y de la Unión Europea (UE) se levantaran de sus asientos y abandonaran la sala.
"En vez de representar las aspiraciones y la buena voluntad de los iraníes, Ahmadineyad ha elegido una vez más difundir sus viles teorías de la conspiración y sus comentarios antisemitas que son tan repugnantes e ilusorios como predecibles", señaló el portavoz de la misión de EE.UU. ante la ONU, Mark Kornblau.
Los ataques terroristas de Al Qaeda contra las Torres Gemelas en Nueva York, la sede del Pentágono en Washington y Pensilvania, para lo cual usaron aviones comerciales que estrellaron, ocasionaron la muerte de casi 3.000 personas de diferentes nacionalidades.
De su lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy las declaraciones del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, en que insinuó una supuesta participación del Gobierno de Estados Unidos en los atentados del 11-S.
"Condeno con firmeza las declaraciones que ayer realizó el jefe de una delegación que puso en duda la causa de los atentados terroristas del 11-S en suelo estadounidense", afirmó el máximo responsable de las Naciones Unidas en una reunión de la Alianza de Civilizaciones por la apertura del nuevo período de sesiones de la Asamblea General del organismo.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Costa Rica abandonaron el pleno de la Asamblea cuando Ahmadineyad acusó a "sectores del Gobierno" de Washington de haber organizado el complot del 11-S para reanimar la economía de este país y ejercer más control en Oriente Medio.
Ban calificó de "inaceptable" que Ahmadineyad empleara su intervención ante este foro de las Naciones Unidas para sembrar dudas sobre la responsabilidad y los motivos detrás de los ataques contra Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
"Repito lo que dije en la Asamblea General. Me opongo a la política de la polarización, rechazo el lenguaje del odio", apuntó el secretario general de la ONU.
Asimismo, resaltó que los intereses comunes del planeta no se pueden abordar "con la quema de libros", sino con el uso de la razón, la justicia y el entendimiento.
"Esta es la esencia de la Alianza de Civilizaciones", apuntó Ban, quien pidió rechazar a quienes quieren "demonizar al otro".
También resaltó que la Alianza trabaja a diario para superar las brechas culturales que "una minoría" quiere aprovechar para fomentar el odio y la intolerancia.
Por su parte, Moratinos expresó su satisfacción con la labor que lleva a cabo esta iniciativa creada en 2005 por España y Turquía en el seno de la ONU, que pretende crear un espacio de entendimiento entre el mundo occidental y el islámico.
"Estamos convencidos de que tenemos en nuestras manos un instrumento capaz de dar respuestas positivas a los desafíos actuales, de alcanzar la paz y el progreso social, con la participación de todos", afirmó el jefe de la diplomacia española.
Moratinos advirtió de que la actual coyuntura económica dificulta los esfuerzos para combatir la intolerancia y que las tensiones vinculadas a la diversidad cultural "corren el riesgo de agravarse".
Por ello, instó a abrir nueva etapa de "profundización y concreción de la Alianza de Civilizaciones, en una iniciativa que es la esencia misma de las Naciones Unidas".
"Los mecanismos tradicionales y fórmulas al uso no parecen poder ofrecer ya soluciones adecuadas que aseguren la convivencia", alertó el ministro español, que pidió "continuar nuestro trabajo de reflexión conjunta y de búsqueda de una estrategia efectiva de diálogo y cooperación".
En esa tarea, prosiguió Moratinos, la Alianza contará a partir del próximo otoño con un Instituto Internacional de la Universidad de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, que tendrá su sede en Barcelona.
Su misión consistirá en reflexionar y buscar mecanismos de mayor efectividad para alcanzar las metas de la iniciativa mediante la investigación y la formación avanzada, entre otras cosas.
La Alianza de Civilizaciones es un iniciativa creada en 2005 por España y Turquía en el seno de la ONU que pretende crear un espacio de entendimiento entre el mundo occidental y el islámico.
Cinco años después de su lanzamiento, cuenta con un Grupo de Amigos formado por representantes de un centenar de países y organizaciones internacionales. EFE