Hospital necesita urgente intervención oficial

Conseguir información sobre la situación de los hospitales públicos en el país, es algo muy difícil. En esos centros de salud, directores y personal médico no se arriesgan a decir la verdad sobre el verdadero escenario que se vive detrás de las paredes de esas infraestructuras.

En el hospital Nuestra Señora de la Altagracia, de Higüey, ha sucedido algo distinto. Luego de incontables denuncias sobre la precariedad de los servicios y sus sucesivos desmentidos por parte del personal administrativo, finalmente médicos y enfermeras se decidieron a dar la voz de alarma.

Según el personal, no hay peor calamidad que la comida que se les sirve a médicos y pacientes en ese centro, y no menos es la realización de estudios especializados en el hospital, donde a diario acuden cientos de enfermos en busca de asistencia.

“La comida que sirven a los internos y a nosotros es un asco”, refirió una enfermera que rehusó ofrecer su nombre por temor a represalias.

Para que fuera mejorado el servicio de comida, entre otras demandas, recientemente las enfermeras paralizaron las atenciones, pero no hubo respuestas departe de la dirección, que más tarde desmintió las denuncias hecha por ese personal.

Contó que la deficiencia en el hospital inicia por el área de emergencia, que sólo cuenta con dos cubículos, que resultan insuficientes para atender con prontitud y calidad el flujo de personas que cada día buscan servicios de salud.

En las emergencias, los enfermos pasan toda una mañana para ser atendidos, debido a que sólo disponen de dos médicos y dos enfermeras, limitando el servicio y por cuya causa la gente está precisada a esperar varias horas para tratarlos.

Un escenario de urgencia extrema se vive en la zona de partos, que sólo cuenta con tres camas y por momento, son asistidas hasta 15 parturientas, debiendo esperar sentadas en sillas, algo muy incomodo para una mujer que esté a punto de parir.

Luego del proceso de parto, las mujeres son llevadas a la sala de ginecología, que sólo cuenta con cuatro camas, las que deben ser compartidas hasta por tres mujeres.

Iguales situaciones se observan en los consultorios, que son abarrotados cada día por cientos de hombres, mujeres y niños, que buscan ser examinados.

Estas circunstancias es notoria pese a que el Ministerio de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez, aperturó recientemente una Unidad de Atención Primaria, en el municipio de Higüey, pero la gente prefiere ser asistido en el hospital.

Para el personal de salud, el ambiente de hacinamiento en el hospital se debe a que la población ha crecido mucho y a que reciben enfermos de todos los municipios que componen esa provincia.

El Hospital Nuestra Señora de la Altagracia tampoco cuenta con equipos para estudios especializados, obligando a los enfermos asistir a centros privados, donde una tomografía cuesta entre RD$3,000 a RD$3,800.

Asimismo, el centro no tiene tomógrafo, endoscopio ni laparoscopio y los equipos de laboratorios son muy limitados, algo que también reduce la asistencia y obliga a que los enfermos tengan que acudir a clínicas.

El hospital dispone de un equipo de Rayos X, un sonógrafo y un electrocardiógrafo. De estos, actualmente sólo está en servicio el Rayos X, mientras están dañados el sonógrafo y el electrocardiógrafo.

En lo referente a la estructura física, el personal relató que en las salas de internamientos son notorios las grietas y hoyos en las paredes, así como filtraciones en los techos.

Se quejaron de la falta de camas y espacio para recibir los ingresados, así como la carencia de médicos y enfermeras. Según relataron, una enfermera debe trabajar hasta con 20 personas.

Se recuerda que en septiembre del 2005, el ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, anunció que la intervención de los hospitales de la región Este, para mejorarlos y colocarlos a la altura que demanda el proceso de reforma del sector sanitario.

Para entonces, Rojas Gómez dijo que los hospitales, en las cinco provincias del Este, serían remozados y reequipados para que puedan ofrecer un servicio acorde al aporte económico que las mismas hacen al Producto Interno Bruto (PIB).

El funcionario hizo el anuncio tras un recorrido por los hospitales de las provincias San Pedro de Macorís, Hato Mayor, El Seibo, La Altagracia y La Romana, también por Guerra, en Santo Domingo.

Las visitas por las diferentes provincias del país, realizadas para esa ocasión, no sólo tenían el objetivo de conocer la situación en que funciona la infraestructura hospitalaria con que cuenta la cartera, sino también, las necesidades del personal que labora en ellas.

En el hospital Nuestra Señora de La Altagracia, de Higüey, anunció la construcción de una moderna sala de emergencia con capacidad para atender 15 pacientes de manera simultánea. Además, las áreas de obstetricias y pediatría serían climatizadas y equipadas a un costo de siete millones de pesos.

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