Santo Domingo.- El presidente dominicano, Leonel Fernández, arriba hoy al segundo año de su tercer ejercicio, los últimos dos consecutivos, convertido en el centro de discusión de aquellos que promueven su reelección y de sectores que se oponen a esa iniciativa.
La fecha llega en medio de una incipiente pero cada vez más sostenida campaña de voces que ubican al gobernante como el "único" político local capaz de mantener los niveles de desarrollo y progreso que, de acuerdo a sus seguidores, ha logrado el mandatario al frente del Gobierno.
"La democracia dominicana perdería el rumbo y la economía se iría a pique si el presidente Fernández decidiera interrumpir su gestión gubernamental en 2012", afirmó hoy el senador oficialista Adriano Sánchez Roa, uno de los más activos promotores de la continuidad del gobernante.
Fernández, de 56 años, se refirió hace unos meses al tema, al ser consultado por los periodistas si ha considerado postular para un cuarto período.
"Ya en su momento el pueblo será el encargado de decidir", respondió escuetamente el presidente dominicano.
De esa manera, el Ejecutivo eludió referirse a lo consignado en la nueva Constitución del país, que entró en vigor el pasado mes de enero, en la que se prohíbe la reelección y que fuera prohijada por el propio mandatario.
Algunos juristas han expresado que la prohibición de la reelección no afectaría en esta ocasión a Fernández, dado que él fue elegido con el texto anterior, mientras otros aseguran lo contrario.
Al frente del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y de varias formaciones minoritarias aliadas, Fernández se impuso en la primera vuelta de las elecciones de 2004, al igual que en los comicios de 2008.
Su primer ejercicio al frente de la cosa pública fue durante el período 1996-2000, siendo el candidato de una alianza entre el PLD y el entonces oficialista Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), que lideraba el ex presidente Joaquín Balaguer.
La reciente promoción de su figura como candidato presidencial para los comicios de 2012, ha sido objeto de duras críticas por parte del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), principal opositor, así como de organizaciones de la sociedad civil, movimientos populares y sindicales.
El presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, derrotado por Fernández hace dos años, califica como una "calamidad" los intentos por "perpetuar" a Fernández en el poder y advierte de que su partido estará "atento" para evitar que el gobernante viole la Constitución.
En similares términos se han expresado grupos populares de orientación izquierdista que definen de "absurdos" los argumentos esgrimidos por los seguidores del mandatario con el propósito de promover su candidatura.
Los opositores aseguran que los dominicanos están "cansados y hastiados" de la supuesta corrupción en la administración pública, de las promesas incumplidas, del deterioro del nivel de vida, de los apagones y el incremento del narcotráfico y la inseguridad ciudadana.
Fernández, quien parece ignorar a unos y otros, ha iniciado en las últimas semanas un programa de inauguración de varias obras viales y de servicios públicos en varios puntos del país, en cada una de las cuales se presentan grupos que favorecen su continuidad en el poder.
"Escúchame, yo también soy del pueblo. Leonel 2012, cruzada por el progreso, compromiso nacional", reza uno de los carteles de promoción de Fernández que se pueden ver en varios lugares de la capital dominicana.
A todo esto se agrega el hecho de que la esposa de Fernández y primera dama, Margarita Cedeño, también es promovida a través de grandes pancartas fijas distribuidas en las principales avenidas de Santo Domingo y carreteras de la nación.
Por otro lado, en una reunión en la sede del Gobierno con legisladores, el presidente Fernández exhortó hoy a los oficialistas a contribuir a consolidar el Estado democrático y de derecho que se vive en el país.
El mandatario advirtió a los legisladores del PLD de que no hay "excusas" para no realizar las "cosas bien" desde el Congreso Nacional (bicameral), donde el oficialismo asumió hoy de manera casi absoluta el control por un período excepcional de seis años.