A los fanáticos (del boxeo) de estos tiempos les doy este histórico informe: En República Dominicana, en la década de los 70, trabajó en los cuadriláteros locales, de Puerto Rico y Nueva York, un extraordinario boxeador dominicano de nombre Fausto -Ceja- Rodríguez.
Y que el 14 de agosto de 1977, Ceja Rodríguez -sin ninguna duda el púgil más carismático en toda la historia del deporte nacional- , perdió la vida en un fatal accidente automovilístico registrado en la entonces resbaladiza autopista de Las Américas.
A 33 años de la sorpresiva muerte del atleta nacido en el barrio San Carlos, todavía lo recordamos. Yo, particularmente, nunca lo olvido.
Porque además de que éramos grandes amigos -y ambos nacidos en el mismo sector de San Carlos- siempre tuvo un comportamiento ejemplar, era dueño de una conducta ejemplar y como pugilista hizo gala de eficiencia y disciplina.
Debo volver a reseñar que supe de la infausta noticia en aquella tarde lluviosa del 14 de agosto de 1977, cuando me encontraba junto a varios jóvenes deportistas de San Carlos en la esquina que forman las calles Juan Bautista Vicini y Alvaro Garabito, donde funcionaba el colmado del banilejo Nelson Mejía.
Aquella terrible noticia corrió por todas las polvorientas calles de San Carlos. Una gran masa se agolpó en la casa donde residía Ceja. La casa estaba justo frente a la Escuela Chile.
Ceja Rodríguez murió junto a su esposa y su pequeño hijo, que no había cumplido dos años. Una niña de menos de un año, también hija de Ceja Rodríguez, salvó la vida, al igual que su primo Luis. Todos ocupaban el vehículo que manejaba el popular pugilista que tuvo una colisión con el auto de Jorge Martínez Lavandier, a la sazón director de la Dirección General de Rentas Internas y quien sufrió serias heridas.
La pelea con la que se despidió
Seis días antes del fatal accidente, el ocho de agosto de 1977, Ceja Rodríguez -quien nunca fue sindicado como un peleador de la escuela técnica-, había realizado quizás su pelea en la que mejor enseñó su boxeo.
Aquel combate lo protagonizó con el estadounidense Alfonso Hayman a quien, en una soberbia exhibición de técnica, derrotó por decisión unánime.
El Palacio de los Deportes de Santo Domingo, con más de 10,000 fanáticos, fue testigo de la despedida del púgil más carismático nacido en RD.
Su triunfo sobre Hayman le había abierto las puertas para ir a una pelea por el cetro welter del Consejo Mundial de Boxeo. Ya todo se estaba arreglando para que Ceja Rodríguez enfrentara al monarca welter del CMB.
Ceja Rodríguez, quien terminó su malograda carrera con expediente profesional de 25-3 (17 KOs), sigue presente entre nosotros.
Sigue siendo el campeón nacional welter. Sigue con nosotros su sonrisa, su carisma, su don de gente y la receptividad que siempre tuvo para con la prensa deportiva.
Ceja, ¡nunca te olvidamos!