La dotación de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), en la provincia de Azua es el mayor cartel del narcotráfico en esa demarcación y estaría operando, además, un juzgado clandestino que cobra entre 10 y 30 mil pesos a sus “clientes”, denunció este miércoles el senador de Peravia, Wilton Guerrero Dumé.
Guerrero aseguró que el asesinato de los señores Bernardo Ramírez, de 52 años y Betzaida Cordero, de 42, fue un vil fusilamiento cometido por los agentes Roberto Antonio de la Cruz, Cruz Alberto Morfa, quienes alegaron un supuesto intercambio de disparos.
Sin haber recibido ni un rasguño, los representantes del organismo antidrogas del municipio Sabana Yegua, aparecieron con yesos, uno en un tobillo y el otro en un brazo, según el legislador Guerrero, que afirmó éstos se compusieron con un médico “sinvergüenza” para que le sacara falsos certificados de salud.
“Los agentes tenían que aparentar ante la opinión pública y se aliaron a un médico para que emitiera certificado; pero todo el mundo vio que no hubo ninguna agresión y eso causa indignación en la población”, sostuvo.
En el operativo en que resultaron muertas las dos personas, calificadas como honorables en el barrio San Francisco de Sabana Yegua, actuaron el teniente de navío José Joaquín Mercedes Domínguez; el primer teniente Roberto Antonio de la Cruz Rodríguez, el cabo Cruz Alberto Morfa, el raso PN, Jason Domingo Carrasco y el agente civil Francisco Paula, apodado Daddy Yanqui.
Guerrero instó al presidente de la DNCD, Rolando Rosado Mateo, quien desconoce de la dimensión de este cartel de microtráfico que opera en Azua, a ordenar una investigación seria, para determinar cuáles son los verdaderos responsables del hecho de sangre.
