El doctor Julio Cury declaró que el procurador general de la República, Radhamés Jiménez, no está interesado en profundizar la denunciada venalidad de miembros del Ministerio Público en la dirección jurídica de sus investigaciones y en el ejercicio de su facultad discrecional de presentar acusaciones o archivar expedientes.
El jurista sostuvo que al incluir en la comisión a los fiscales del Distrito Nacional y de la Provincia de Santo Domingo, “puso la iglesia en manos de Lutero, pues ninguno de los dos goza de idoneidad ni de objetividad para investigar a subalternos de sus jurisdicciones, ya que la investigación debería determinar si los fiscales adjuntos, al actuar al margen de la ética y probidad, contaron con la aprobación o complicidad de los titulares”.
El destacado abogado aseguró que el Departamento de Asuntos Internos de la Procuraduría es el que debe determinar la veracidad de los insistentes rumores que circulan sobre fiscales adjuntos, “que con el conocimiento o no de los titulares, son interesados económicamente por querellantes para que sin elementos probatorios de los delitos atribuidos a imputados, presenten acusaciones contra ellos”.
Cury dijo que la comisión designada no verá la realidad con los dos ojos, sino con uno, y que por eso su rol será eminentemente mediático. “Es lo más parecido a la Comisión Warren designada para investigar el asesinato de John F. Kennedy, entre cuyos miembros figuraban enemigos del ex presidente estadounidense, incluido Allen Dules, ex director de la CIA que fue obligado a renunciar por el propio Kennedy luego de la fallida invasión de Bahía de Cochinos que perseguía derrocar al gobierno de Fidel Castro”, explicó.