El ministro de Trabajo, Max Puig, resaltó la importancia de articular las políticas económicas con las sociales y laborales, teniendo como centro el empleo productivo, como forma de superar los efectos negativos de la crisis económica y la globalización.
Puig habló en estos términos durante el discurso de apertura que ofreció con motivo de celebrarse en el país la Primera Reunión de los Grupos de Trabajo correspondiente a la XVI Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (CIMT) y el Taller de la Red Interamericana para la Administración Laboral (RIAL) sobre “Dimensión Laboral de la Globalización y de los tratados de libre comercio: Impactos y provisiones laborales”.
Destacó Puig durante el evento que el proceso de globalización ha generado muchos cambios en lo relativo a las relaciones entre países, incrementando la interdependencia y desarrollando nuevos mecanismos de cooperación y competencia, entre los que se destacan los tratados de libre comercio. “Si bien es cierto que este proceso ha abierto nuevas oportunidades, no es menos cierto que también ha traído consigo nuevos retos y desafíos”, dijo Puig.
Señalo que la reciente crisis financiera y económica mundial ha puesto de manifiesto lo importante de alcanzar ese equilibrio entre lo económico, lo social y lo laboral, debido a que las situaciones que dieron origen a la crisis se encuentran en el mercado financiero; teniendo importantes repercusiones en el mercado del trabajo, dejando sin empleo y protección a millones de personas en todo el mundo.
“En este contexto ha tomado mayor relevancia la Declaración de la OIT sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa, emitida en el 2008 en el marco de la 97 Conferencia Internacional del Trabajo, con la que dejo claramente establecida su posición acerca del tipo de globalización que se requiere impulsar”.
Destaco que esta posición podría resumirse en procurar una globalización basada en la solidaridad y la equidad y que tenga como centro del desarrollo al ser humano.
“Esta declaración hace hincapié en la importancia de un enfoque integral, basado en los cuatros objetivos estratégicos de la OIT; a saber, más y mejores empleos, protección social, ejercicio de las normas laborales y dialogo social”.
Indico que sobre la base de esa visión, y como respuesta a la crisis económica mundial, en 2008 los gobiernos, empleadores y trabajadores representados en la OIT aprobaron el Pacto Mundial para el Empleo, que puede ser considerado como parte de la aplicación del Programa de Trabajo Decente de la OIT.
“La idea central de este pacto es enfrentar la crisis sobre la base de políticas públicas centradas en el fomento del empleo productivo, al tiempo que se crean las condiciones para contribuir a impulsar un nuevo modelo de desarrollo global basado en principios de equidad, justicia social y sostenibilidad ambiental”.
Este encuentro de Ministros de Trabajo responde precisamente a los esfuerzos realizados durante la Décimo Sexta (XVI) Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (CIMT) celebrada en Buenos Aires, Argentina, en octubre de 2009, bajo el tema “Enfrentar la crisis con Desarrollo, Trabajo Decente y Protección Social”, foro en el que se reconocieron los elementos complejos de la crisis y se identificaron los posibles enfoques y acciones útiles para acelerar la recuperación y reducir los efectos coyunturales y estructurales sobre los mercados de trabajo.