WALTHAM, Massachusetts.- Si los jugadores del Miami Heat piensan que marcharán tranquilos hacia la conquista del título de la NBA ahora que tienen en sus filas a Dwyane Wade, Chris Bosh y LeBron James, deben prestar atención a lo que dice Ray Allen.
"Se habla mucho de lo que ellos hicieron", dijo Allen el martes, luego de firmar su nuevo contrato con los Celtics. "Pero la pregunta es si ellos están dispuestos a sacrificarse al máximo. Esto no se relaciona con los números ni con los premios. Cuando nosotros comenzamos el 2007, todos creíamos que la gloria individual no era lo importante".
Allen recordó que en aquel entonces se les hizo la pregunta de quién haría siempre el disparo crucial.
"Y todos dijimos: El jugador que esté desmarcado", señaló.
Allen llegó a un acuerdo por dos años y 20 millones de dólares con los Celtics, con lo que la franquicia más laureada de la NBA logró mantener unido al trío temible que ganó un 17mo título para Boston en el 2008. Paul Pierce también ha accedido a un nuevo contrato, y se espera que lo firme esta misma semana.
Con esos astros atrás y con Kevin Garnett, a quien le restan dos años en su convenio, los Celtics tienen sin duda posibilidades de llegar a la final de la NBA por tercera ocasión en cuatro años. Cuentan también con la joven estrella Rajon Rondo.
Pero para llegar al duelo por el título, los Celtics tendrán también que imponerse a todo el talento que ha acumulado Miami.
"Estamos ansiosos por enfrentarlos, seguro", dijo Allen en la instalación de entrenamiento de los Celtics. "Sentimos que somos un mejor equipo, somos el equipo a vencer en el Este".
Una vieja teoría señalaba que un equipo de la NBA necesitaba dos estrellas para ganar un título, como lo hicieron los Bulls, con Michael Jordan y Scottie Pipen, o los Lakers, con Kobe Bryant y Shaquille O’Neal. Pero los Celtics fueron más allá, al formar aquel trío en el verano del 2007.
Originalmente, había dudas de que los veteranos astros pudieran trabajar juntos, después de ser los únicos protagonistas en sus respectivos equipos. Pero los tres se integraron bien y ganaron el cetro de la NBA en su primer año juntos.
El Heat ha armado un súper equipo al hacerse de los servicios de James y de Bosh y al retener a Wade, pero sus integrantes no han jugado juntos.
Y Allen considera que lograr resultados no será tan sencillo.
"Cada año, el equipo que gana el título fija un parámetro", dijo Allen. "Demostramos que esto funcionaba, pero había muchas preguntas respecto a nosotros cuando llegamos".
Esas mismas dudas serán las que el Heat tendrá que despejar.