“Ahora o nunca”, una divertida comedia dramática, más comedia que drama, hecha como versión libre sobre el texto “Confesiones de mujeres” del brasileño Domingo de Oliveira, será estrenada en la Sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito.
Cuenta con las actuaciones de Edilí y Giamilka Román, que por primera vez se juntan en un escenario para desarrollar un texto cargado de humor, en el que no hay espacio al aburrimiento y al tedio.
La pieza, dirigida por el experimentado Giovanny Cruz y producida por el periodista Rafael Ovalles, trata historias que las mujeres “ven, viven y cuentan” al llegar a los cuarenta años bajo una presión social que las obliga a tomar decisiones “ahora o nunca”.
El desglose de temas es excitante, envolviendo a la audiencia y llevándola a compartir e identificar situaciones y problemas comunes entre mujeres, sin dejar a un lado a los hombres provocadores en ellas de felicidad, amargura, amor, desamor, risa, incertidumbre, locuras, tristezas y rabias entre otras grandes emociones.
“Ahora o Nunca” estará en cartel a partir del viernes 9 de julio, en presentaciones que se extienden hasta los domingos en horarios de 8:30 de la noche.
Las boletas para disfrutar de esta interesante comedia ya están a la venta en la Boletería del Teatro Nacional Eduardo Brito, en horarios a partir de las nueve y media de la mañana. Las informaciones pueden pedirlas a través del 809-687-3191.
El montaje cuenta con diseño de luces de Lillyanna Díaz y regiduría de Rafael Ovalles Pichardo.
Habla Giovanny Cruz
Al referirse a la obra, el director Cruz dijo “cuando una mujer pasa la marca de los 40 años, y pensando que ha entrado en un camino irreversible de cambios sicológicos y físicos, asume actitudes singulares. Mis dos damas de Ahora o Nunca –Giamilka Román y Edilí- pasan de los cuarenta y sienten una creciente soledad que les aterra”.
“Cualquier asunto que tengan que resolver será… ahora o nunca. Cualquier cosa inconclusa tiene que realizarse… ahora o nunca. Sus proyectos financieros y vivenciales ocurrirán… ahora o nunca”.
“En esas disyuntivas ellas, mis dos damas de la pieza, están peligrosamente atrapadas. Aún así, la resistencia que presentan es contundente. Trabajar las emociones en una pieza construidas sobre soliloquios que constituyen fantásticos cuadros de soledades, es tarea difícil. Por ello aceptamos el reto de dirigir a mis dos damas teatrales”.
“La obra se encarama también, en estamentos simpáticos e hilarantes. Esto constituye una nueva dificultad para mis damas que tendrán, siguiendo este tenor, que proyectar sus angustias y al mismo tiempo burlarse un tanto de ellas mismas y de una sociedad que procura excluirlas”.
Según Cruz, “Giamilka y Edilí tienen frente a ellas formidables, provocadores y encantadores retos actorales con esta obra teatral. Por eso trabajamos con rigor, exigencias y metodologías escénicas. Cada día intentamos vencer riesgosos niveles de dificultades. Proceso que solamente concluirá cuando definitivamente abramos el ¡telón!”.