DETROIT.-El árbitro Jim Joyce admitió que le quitó un juego perfecto al lanzador venezolano Armando Galarraga, de los Tigres de Detroit.
"Le acabo de quitar un juego perfecto a ese chico", afirmó Joyce. "Pensé que (el bateador) había llegado antes que el tiro. Estaba convencido de que llegó antes, hasta que vi la repetición".
"Ha sido la decisión más importante de mi carrera", dijo el árbitro, que se convirtió en umpire de tiempo completo en las Grandes Ligas a partir de 1989.
Galarraga (2-1) mantuvo un control total de las acciones desde la lomita y avanzaba sin problemas rumbo al juego perfecto. Pero el batazo de Donald en la novena se convirtió en la jugada crucial de la noche.
Con dos outs, Galarraga capturó el tiro de Cabrera y sonrió, sostuvo en alto su guante y comenzó a marcar el out con su mano derecha.
Y luego Joyce anunció su decisión. El pitcher venezolano lució sorprendido y los espectadores en el Comerica Park se quedaron en silencio, incrédulos. Un par de jugadores de los Tigres se llevaron las manos a la cabeza.
Galarraga volvió calladamente a la lomita a medida que el público comenzaba a abuchear al umpire. Cabrera siguió discutiendo la decisión mientras su compatriota retiraba rápidamente a Trevor Crowe para finalizar el partido con una blanqueada de un hit.
Los Tigres siguieron discutiendo y el público continuó abucheando al umpire.
"No los culpo para nada, ni nada de lo que se dijo", afirmó Joyce. "Yo lo hubiera dicho si hubiera sido Galarraga. Yo hubiera sido la primera persona que me hubiera plantado ante mi cara, y él nunca me dijo una sola palabra".