El Papa Benedicto XVI dijo hoy que "la adquisición de derechos" por parte de los inmigrantes "va de la mano con la asunción de deberes", durante la audiencia a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para Migrantes e Itinerantes.
La circulación de las personas -dijo- es desde hace tiempo objeto de convenciones internacionales, que tratan de garantizar la protección de los derechos humanos fundamentales y combatir la discriminación, la xenofobia y la intolerancia
El Pontífice subrayó el esfuerzo por crear un sistema de normas que contemplen "los derechos y deberes del extranjero", teniendo en cuenta, en primer lugar, "la dignidad de cada persona, creada por Dios a su imagen y semejanza".
La responsabilidad de los Estados y de los Organismos Internacionales -dijo el Papa en relación a los emigrantes- "se explica especialmente en la necesidad de incidir sobre cuestiones que competen a la entera familia de los pueblos y exigen una concertación entre los Gobiernos y los Organismos más directamente interesados".
"Pienso -comentó el Papa- en las problemáticas como la entrada y el alejamiento forzado del extranjero, en el gozo de los bienes de la naturaleza, de la cultura y del arte, de la ciencia y de la técnica, que deben ser accesibles a todos".
Recordó la labor en ese sentido de "las resoluciones nacionales e internacionales, que promueven el bien común" y el respeto a la persona impulsando el esfuerzo "para alcanzar un orden mundial social basado en la paz, la fraternidad y la cooperación de todos, a pesar de la fase crítica que las instituciones están atravesando".