A pesar de los recientes acontecimientos sobre la ultima vejación que el PLD acaba de ejecutar para doblegar la voluntad de un pueblo hambriento, y de ésta forma vil y cobarde, intentan totalizar el control de los poderes del Estado, a ustedes dos les ha tocado una oportunidad mucho mayor todavía; la cual consiste en unificar sus esfuerzos para evitar la potencial implementación de una dictadura con apoyo de la ignorancia del pueblo dominicano, utilizando como su principal mecanismo el usufructo de los recursos de nuestros impuestos. O nos unimos o le entregamos el país al PLD para que termine de destruirlo.
Solo los insensatos, estólidos o desequilibrados quienes por convicción o por omisión promueven los antivalores, califican de “victoria aplastante del PLD” a dicha demostración de abuso de poder y de violaciones de todas las leyes en estas manipulaciones, no elecciones, de medio término.
Y solo los necios osan culpar al Ing. Miguel Vargas Maldonado, presidente de la única fuerza política significativa que permite el balance del sistema de partido. En estos momentos, si no fuera por los buenos y sabios dominicanos, quienes con dignidad resistieron las tentadoras ofertas de compra de conciencia que los sicarios del honor del PLD ofrecían, el destino de nuestra nación fuera radicalmente incierto, peligrosamente temerario y fascista. Para muestra un botón: “Al poder no se le desafía” Reynaldo Pared Pérez.
Por lo tanto, entiendan ambos el clamor del pueblo; pues urge una oposición acérrima y sostenida hasta que logremos erradicar el presente sistema organizado; motivador y promovedor del desacato y la impunidad. La lucha será larga, pues quienes dirigen este modelo de Maratrucha dominicana, ciertamente se han revestido de inmunidad parlamentaria, y por el momento seguirán intocables ante el quebrantado Poder Judicial, pero no así ante los organismos internacionales, donde presentemos las pruebas del verdadero estado del país en todas sus demarcaciones, y por consiguiente los responsables que siguen carcomiendo el avance democrático que hemos logrado.
En cuanto a ese sesenta y cinco por ciento que se abstuvo de votar, practicando aquella idea cuasi irresponsable del “voto por ninguno”, me gustaría saber que piensan ahora ante una eminente dictadura. Estoy drásticamente opuesto a creer que el pueblo dominicano haya degenerado al grado tal que el mapa entero haya votado por el PLD. Eso solo sería cierto si mi país, la Republica Dominicana, está en la antesala de Sodoma y Gomorra. ¿Y según los Arqueólogos, saben ustedes que hay en las tierras donde habitaban los ciudadanos de Sodoma y Gomorra? EL MAR MUERTO.
Si para detener dicho carcinoma político es necesaria la injerencia, entonces debemos pedirla ante las Naciones Unidas, en la misma Casa Blanca si es que no tenemos los recursos y la capacidad de organizarnos y el valor de luchar por sí mismos.
Se precisa de una coalición de los mejores recursos humanos; dominicanos que estamos académicamente preparados y actualizados desde el punto de vista tecnológico, político, estratégico y táctico, para que juntos podamos asegurar que en las próximas elecciones presidenciales exista un transcurso diáfano, donde se pueda cuestionar objetivamente todo lo relativo al proceso de las transmisiones y verificación de todos los campos de las actas electorales, entender las capacidades de los equipos electrónicos que se usen y validar las limitaciones del sistema operativo y las diferentes configuraciones antes, durante y después del proceso electoral. Para que logremos unas elecciones autenticas, y no ir ciegos, o lo que es igual, solo basados en los lineamientos de la sumisa y por demás servir JCE. Una institución que exhibe una taza de rechazo preocupante en todo el país.
Sabemos que técnicamente el PLD solo tiene aproximadamente un veinte por ciento de la simpatía inocente de la nación, ya que la OEA aseguró que un sesenta y cinco por ciento no votó, y que el restante treinta y cinco por ciento fue dividido entre los partidos que fueron al paredón de la JCE, debemos deducir entonces que el PLD no tiene la simpatía del pueblo, sino que por medio de las tarjetas de solidaridad o tarjeta de la indignación, el PLD ha abusado del hambre, la ignorancia y la falta de trabajo que impera en las familias dominicanas para doblegar la voluntad del pueblo dominicano.
Ing. Hipólito Mejía, usted que ya goza de experiencia de Estado, pídale a Guido Gómez Mazara y a Luis Abinader que ahorren esa energía hasta el día de la convención interna del PRD. Ante la maquinaria abusiva que el PLD ejecutó en contra de la voluntad nacional en todo su entorno, que Guido y Abinader sigan pidiendo la renuncia del Ing. Miguel Vargas Maldonado, los hace ver como infantes políticos que inclusive dan la impresión de que trabajan en contubernio con el mismo Dr. Leonel Fernández.
Es momento de juntar cabezas, no pedir cabezas. Vamos a prepararnos para echar la próxima pelea, con conocimiento de causa, para que luego no pasemos días y semanas lamentándonos entre lo que se tenía que hacer y lo que no se hizo. Pues a eso, en lugar de análisis, la mayoría de nuestros hermanos dominicanos le llaman “Pataleo”.
Y de escuchar el famoso “Pataleo” yo que lamentablemente vivo fuera del país, también estoy cansado.
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