La pérdida de tejido compacto puede ser clave

Londres.- La pérdida de tejido compacto relacionada con la edad podría ser clave para el diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis, según un estudio publicado en el último número de la revista médica "The Lancet".

El 80 por ciento de las fracturas sufridas por pacientes mayores de 65 años es resultado de una pérdida de tejido compacto y no -como se creía hasta ahora- de tejido esponjoso, el otro elemento que compone los huesos.

Así, los medicamentos para suplir la pérdida de tejido compacto podrían reducir el riesgo de fracturas y deberían utilizarse en el tratamiento de personas mayores con osteoporosis.

Según el artículo, durante los últimos 70 años las investigaciones sobre osteoporosis se centraron en la pérdida de tejido esponjoso, las fracturas producidas en esta parte de los huesos y en las vértebras, que contienen una gran cantidad de ese tejido.

Para investigar el papel del tejido compacto en el aumento de la probabilidad de sufrir fracturas, un equipo de investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) utilizó rayos-X de alta resolución para capturar tomografías y microscopios de electrones.

Con estas herramientas, examinaron el efecto de la edad en la densidad de las apatitas, mineral del que se componen los huesos, y en la porosidad del tejido compacto para comparar la pérdida de tejido compacto y esponjoso del extremo distal del radio, el hueso del brazo que se fractura más habitualmente.

Los investigadores extrajeron información de los tejidos óseos de 122 mujeres de raza blanca y de 24 personas ya fallecidas para calcular las diferencias en el tejido a diferentes edades.

De este modo calcularon que, entre los 50 y los 64 años, la presencia de apatitas en la masa ósea del extremo distal del radio se reducía un 16 por ciento, mientras que a partir de los 65 años mermaba un promedio de un 84 por ciento.

El 68 por ciento de las pérdidas de este mineral correspondía al tejido compacto y el 32 por ciento restante al esponjoso.

Con estos datos, los investigadores concluyeron que los métodos actuales de medida de la pérdida de densidad mineral de los huesos para calcular las probabilidades de sufrir fracturas no tienen suficientemente en cuenta el incremento de la porosidad del tejido compacto relacionado con la edad.

Por eso creen que, debido a la "espongificación" de la superficie de los huesos, la pérdida de tejido compacto es medida como parte del tejido esponjoso, por lo que los métodos de medición actuales dan resultados erróneos.

Los investigadores sugieren que "la evaluación certera de la estructura ósea podría mejorar la diferenciación de los individuos con alto y con bajo riesgo de fracturas, lo que permitiría que se les administrara un tratamiento adecuado".

"Los tratamientos actuales reducen las fracturas no vertebrales sólo en un 20 ó 30 por ciento de los casos. Se necesitan más estudios para definir mejor los mecanismos que causan la fragilidad del tejido compacto", defendieron los autores del estudio. EFE

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