El coordinador del Movimiento Patria Para Todos (MPT) definió como lastimoso el actual proceso electoral, caracterizado por la falta de propuestas de los candidatos y partidos, la falta de ética y moral en la práctica política siendo evidente como funcionarios del Gobierno Central y los ayuntamientos acusados de corrupción y señalados con vínculos al narcotráfico se presentan como opciones para el pueblo.
Fulgencio Severino dijo que desde el Gobierno se recurre a las acciones más vergonzantes como la repartición de alimentos cocidos, de recursos económicos para comprar votos, el uso del “barrilito” por congresistas de los diversos partidos para imponerse a los demás es lo que predomina en este proceso electoral.
“El MPT ha decidido abstenerse de este proceso electoral y forma parte de los millones de ciudadanos y ciudadanas que han optado por no votar por considerar que los principales actores representan más de los mismos, pues más del 70% de todos los candidatos son parte del congreso y las salas capitulares por lo que no representan ni el progreso ni el cambio”, dice Severino.
Es evidente la supremacía -agregó- de un Gobierno que dispone de unos recursos económicos inagotable para salir airoso de este proceso y una oposición confundida, incapaz de enfrentar este abuso de poder y se observa vacilante y complaciente y determinada a aceptar cuantas acciones inmorales ocurren en un contubernio que la hace parte de la descomposición moral que caracteriza el comportamiento político del Gobierno.
Explicó que lo que refleja sus deseos mercuriales y su indiferencia antes los resultados pues sin importar los resultados del 16 de mayo tiene asegurado sus intereses de acumular fortunas mediante la actividad política y ha decidido abandonar sus principales candidatos a sus suertes.
“Lamentablemente en este proceso contaminado y asqueante, grupos progresistas se han confundido en una alianza con grupos que no muestran ningún interés por el bien común sino por lo que puedan acumular mediante la política y se ven en la cola de un barco hundiéndose, sin rumbo que puede conducirlo al abismo”, concluyó Severino.