La Defensa Civil está preparada para cualquier problema que se pueda presentar en el país, a raíz del inicio de la temporada ciclónica, que formalmente comienza el próximo primero de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre.
El director general de la institución, mayor general Luís Antonio Luna Paulino, al encabezar el acto de entrega de los materiales a directores provinciales y encargados de los albergues para su señalización, indicó que para tales fines las autoridades tiene localizados 2 mil 557 albergues temporales.
Explicó que hasta el momento los refugios disponibles tienen la capacidad de recibir 856 mil 396 personas, es decir aproximadamente un millón.
Los albergues están distribuidos de la manera siguiente en toda la geografía nacional: 187 en la región Norcentral Cibao, 380 en el Cibao Central, 303 en el Nordeste y 136 y el Noroeste. Además 429 en la Región Valdecia, 113 en la del Valle, 130 en Enriquillo, 627 en la Región Ozama y 252 en el Este.
¨Esperamos en Dios que la temporada ciclónica que se avecina no sea agresiva para nuestro país, que no se produzcan pérdidas de vidas humanas ni acontecimientos que podamos lamentar, pero por si a caso estamos preparados y continuaremos preparándonos¨, apuntó Luna Paulino.
Refirió que los hombres y mujeres que forman parte de esa institución de socorro tienen el compromiso de continuar capacitándose y de esa manera fortaleciendo la gestión de riesgo ante la ocurrencia de desastre para actuar adecuadamente.
Luna Paulino aseguró que en los últimos nueve años, los voluntarios han recibido diversos cursos y talleres de capacitación de riesgos que en los 45 años de fundación de la institución.
¨La Defensa Civil tiene un compromiso con toda la sociedad que viene creciendo con el pasar de los años¨, refirió.
El general Luís Antonio Luna Paulino estuvo acompañado por los directores provinciales y regionales de la institución Andrés reyes, Francisco Arias y Rafael Amarante. Además con el encargado del Departamento de Operaciones, Delfín Rodríguez.
Los directores provinciales y regionales, y los encargados de los albergues recibieron botas, cascos y pinturas, entre otras herramientas para señalizar los respectivos refugios.
