Mucha gente del boxeo profesional dominicano no conoce, en todo lo que vale, a Javier "El Abejón" Fortuna.
El Abejón Fortuna -lean bien su nombre- es un gran prospecto del pugilismo nacional.
Pertenece a la cuadra de púgiles del empresario César Mercedes, pero, además, tiene como promotor al experimentado y rspetado concertador de peleas mundiales Sampson Lewkowicz.
Este joven pugilista tiene registro profesional de 8-0. De sus ocho victorias seis han sido por nocaut.
Es de guardia zurda y pelea en las divisiones pluma y ligero junior…¡es un gran proyecto del boxeo profesional del país!
Escribo estas breves líneas para que los fanáticos del boxeo vayan acostumbrándose a leer este nombre… ¡porque en corto tiempo El Abejón Fortuna, quien apenas tiene 19 años de edad, estará brillando en cuadriláteros internacionales. ¡Y quizás más temprano que tarde gane un campeonato del mundo!
Un comentario al margen
Francisco Martínez, ex selección nacional de baloncesto superior, sufre los problemas que abaten al basket local.
Martínez, mi viejo amigo del barrio San Carlos, me envió un comentario, el cual, al bajarme del cuadrilátero, lo doy a conocer a la lectoría de esta columna:
"Dice Paulo Coelho en su Manual del Guerrero de la luz:"Lo que ahoga a alguien no es la inmersión sino el hecho de permanecer bajo del agua".
Estamos viviendo en una sociedad adormecida por el delito, la carencia de valores morales. En nuestra sociedad han desaparecido esos valores.
La avaricia por la fama, el amor por el dinero tienen fuerza demoledora, que hacen perder el control, la visión y los escrúpulos.
Se hace indispensable una reunión urgente con el Colegio Médico Dominicano (CMD)y con ello solicitar un "bisturí" para extirpar todo lo malo y adoptar las medidas de saneamiento que sean necesarias para sacar al baloncesto de las aguas sucias.
Hay que hacer conciencia y saber que escándalos terribles estarán condenados a repetirse con frecuencia. Se cometen actos alejados de la ética y no pasan del bullicio.
El equilibrio es necesario, la creación de un comité organizador deber ser lo correcto. ¡Ser juez y parte evita situaciones enojosas!.
El baloncesto ha vivido en una crisis permanente desde que tengo uso de razón.
El camino indica que hay que hacer ajustes y que el baloncesto no debe seguir perteneciendo a una sola clase social.
En nuestro baloncesto, una reingeniería debe ser lo correcto. El reciclaje dirigencial no ha dejado los frutos deseados.
Hay que resaltar que el baloncesto superior del Distrito Nacional, en el nivel masculino, no puede seguir sobre base de barro, de los continuos dimes y diretes. La falta de respeto que han llegado a sus dirigentes, indica que no todos ponen la prudencia por encima del entusiasmo y la euforia.
El baloncesto del Distrito Nacional esta generando una violencia incontrolable. Por mas esfuerzos que han hecho las autoridades ningún sector ha podido controlar.
Dicen las personas de nuestros campos, que "cuando el domingo va a ser bonito desde el sábado se ve".
Es lo que podría ocurrir en nuestro baloncesto. Una tragedia de alta consecuencia que todos tendríamos que lamentar. Y lo grave de esta realidad es que no tenemos arbitraje.
A propósito de lo que vive el baloncesto superior de la capital, cito al inmortal líder negro estadounidense Martín Luther King: "No nos escandalizan los actos de la gente mala, nos duele el silencio de la gente buena".
Sintetizo este comentario con mi claro llamado: ¡Que cese el torneo de baloncesto superior masculino del Distrito Nacional.
¡La advertencia está hecha!