El Gobierno francés, a través de su Embajada en la República Dominicana, condecoró a la educadora e historiadora Mu-Kien Sang Ben con las insignias de Caballero de la Orden de las Palmas Académicas.
El Embajador Francés, Roland Dubertrand, al entregar la condecoración resaltó el recorrido humano y profesional de la vicerrectora Académica de la PUCMM, y expresó su satisfacción y alegría al distinguirla.
“Sang Ben posee una amplia producción como autora de valiosas obras; además, de los fuertes lazos que la unen con Francia a través de los programas de cooperación PUCMM-Francia. Este rol en la cooperación bilateral juega un papel importante en la relación Franco-Dominicana”, señaló Dubertrand.
Al recibir la condecoración, Sang Ben recordó las palabras sentenciadoras de su padre, Miguel Sang, quien le recordaba que “los triunfos y los premios debían tomarse siempre con mucha calma, para que no se nublasen nuestros sentidos”.
“Hoy han entregado un reconocimiento a la hija de un inmigrante que vino desde el lejano oriente, particularmente desde Cantón, China. Soy, como mis ocho hermanos, hija de un hombre que decidió cambiar su suerte, y, valientemente, se lanzó a la aventura marina, al mundo desconocido, en la búsqueda de un mejor futuro”, expresó.
Hizo un llamado a “defender la necesidad de amar a la humanidad, sin distinción de raza ni de credo. Asumir el reto de sentirnos ciudadanos universales, de respetar la cultura de los otros, de entender y aceptar las diferencias y a amar a todas y a cada una de las etnias humanas, con sus propias características”.
La educadora e historiadora agradeció al Gobierno francés por este reconocimiento, así como a la PUCMM, porque ha sido una escuela, un espacio para su desarrollo y por el apoyo incondicional.
Es la tercera ocasión en que un miembro de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra recibe las Insignias. En 1975 fue condecorado Monseñor Agripino Núñez Collado, y en 2003 Radhamés Mejía.
Las Palmas Académicas fueron creadas por decreto imperial de Napoleón I el 17 de marzo de 1808. Son entregadas a ciudadanos que han contribuido significativamente a la expansión intelectual, científica y artística de Francia en el mundo, así como por sus logros en la docencia, investigación y difusión de la cultura francesa.