El heptacampeón del mundo no ha empezado con buen pie su regreso a la máxima competición y parte de ello lo achaca al monoplaza que Mercedes le tenía preparado.
Ahora, la escudería alemana ha optado por modificar el bólido, cambiar el chasis y adaptarlo mejor a la conducción de Michael Schumacher para la cita española de la F1.
Tal y como anunció el equipo al finalizar el GP de China, el monoplaza de Schumacher sufrirá cambios significativos con el fin de poder estar a la altura de su compañero Nico Rosberg, quien ya ha superado al ‘Kaiser’ en las cuatro carreras disputadas. Pero desde Mercedes siguen preocupados por las características del nuevo bólido.
"Las nuevas reglas han estrechado los neumáticos delanteros y eso significa tener que generar más carga aerodinámica frontal que antes", apunta Ross Brawn, jefe del equipo, al diario The Times.
"Michael tiene que ser capaz de apoyarse en gran medida en la parte delantera del coche para lograr que su estilo de conducción funcione", añade Brawn.
Y es precisamente en la parte delantera del coche donde más se ha centrado Mercedes de cara al GP de España del próximo 9 de mayo. "El problema no es en realidad la distancia entre ejes, es la distribución del peso", admite Brawn a Autosport.
"Teníamos la distribución del peso equivocado. Hemos modificado el coche para Barcelona y eso nos permite distribuir mejor el peso", confirma.
El bólido B que la escudería presentará en Montmeló debe pasar el exámen de las nuevas normas de la FIA. Pero se confirma que será distinto en la distribución del peso, la suspensión trasera y es probable que también modifiquen la caja de engranajes, tal y como asegura Auto Motor und Sport.
Además, Ross Brawn ha confirmado que el chasis del nuevo monoplaza de Schumacher también sufrirá modificaciones. "No es un nuevo chasis en sí, es un chasis que se utilizó en los test", confirma Brawn ala agencia SID. "El que dañó durante las primeras carreras lo hemos reparado lo mejor que hemos podido. Y lo vamos a usar en Barcelona".