La Universidad de la Tercera Edad (UTE), marcó la era de un nuevo proyecto de educación superior en República Dominicana, lo que ha permitido que se haya constituido en un nuevo paradigma y referente en la educación superior.
Así lo expresó Josefina Pimentel, directora general del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), al participar como oradora invitada de honor durante la decimo octava graduación ordinaria de esa casa de estudios superiores, que invistió a 115 nuevos profesionales en diversas disciplinas del saber, lo que asciende a 4,145 egresados en sus 21 años de vida universitaria.
Los nuevos profesionales egresados de la UTE 37 de la escuela de Derecho, 24 de la Psicología, 19 de la de Administración de Empresas, ocho de Diseño y Decoración, ocho de Contabilidad, seis de Educación, y siete en especialidades de cuarto nivel, entre ellas, Gerencia Educativa, Alta Gerencia, Gerencia de Recursos Humanos y Maestría en Diplomacia y Derecho Internacional, entre otras.
“La UTE ha ido construyendo de manera sistemática, un modelo que ha logrado una ruptura con el modelo universitario tradicional, que le ha permitido constituirse por su carácter pionero e innovador, en un referente paradigmático en materia de educación superior y de formación de personas adultas, tanto en el país, como en el resto de América Latina y del mundo”, dijo.
Pimentel resaltó que en sus 21 años de existencia, la UTE se ha empeñado en ofrecer una alternativa de formación a nivel superior que satisfaga sus necesidades de inserción en lo social, desde una postura ética comprometida con la verdad y el bien, al servicio de la sociedad dominicana.
Dijo que esa casa de estudios superior finalizó recientemente la evaluación quinquenal, logrando así mantenerse a la vanguardia de las universidades que asumen como rol fundamental, la educación de las personas adultas y de la tercera edad en Latinoamérica y el resto del mundo.
Exhortó a los nuevos profesionales egresados de la UTE a asumir el desafío que tendrán en lo adelante, al reinsertarse al mundo productivo y laboral, “justo durante la primera década de un nuevo siglo, que se presenta cargado de múltiples oportunidades, que las generaciones que nos precedieron no pudieron disfrutar”.
“Es una época caracterizada por grandes avances tecnológicos, por un destacado desarrollo de las comunicaciones y de la biogenética, así como por amplios procesos de globalización, en el aspecto económico y cultural, que desde ya están produciendo transformaciones profundas, que afectan los aspectos de nuestra vida”, indicó.
La Universidad de la Vida y la Esperanza, como reza su slogan, fue fundada en 1989 por el doctor José Nicolás Almánzar, que contó con el asesoramiento del destacado educador venezolano, Félix Adams, y obtuvo el reconocimiento del entonces Consejo Nacional de Educación Superior (CONES), para impartir las carreras de Derecho, Administración de Empresas, Contabilidad y Psicología, en las menciones Familiar, Organizacional y Clínica.
