Viena.- El presidente de Austria, Heinz Fischer, ha obtenido una amplia victoria en los comicios presidenciales celebrados hoy, en los que podría haber conseguido el 78 por ciento de los votos, según los primeros sondeos a pie de urna.
Según esas proyecciones, difundidas por la televisión pública austríaca (ORF), Fischer, de 72 años y procedente de la socialdemocracia, obtuvo el 78,7% de los votos.
De acuerdo con los sondeos, la participación fue del 48,5%, una de las más bajas en la historia de Austria, a la espera de que salgan los primeros resultados oficiales.
Tras Fischer se situaron la diputada ultranacionalista Barbara Rosenkranz, con un 15,5%, y el católico conservador Rudolf Gehring, con un 5,8% de los sufragios, según las citadas proyecciones.
Estos resultados coinciden con los pronosticados por los institutos demoscópicos durante la campaña electoral, pero el descenso de la participación superó a lo previsto y podría situarse a unos 23 puntos por debajo de la registrada en los comicios de 2004, que fue del 71,60%.
La seguridad con la que se daba por sentado el triunfo de Fischer, junto a un espléndido día de sol en esta jornada electoral, contribuyeron a que muchos de los 6,4 millones de austríacos con derecho a voto optasen por salir a pasear en lugar de ir a los colegios electorales.
Pero también influyó el Partido Popular (ÖVP), socio de los socialdemócratas (SPÖ) en la coalición de Gobierno, que desistió de presentar un candidato propio en estos comicios, dejando a muchos de sus seguidores sin una figura a la que dar su voto.
Algunos políticos populares habían instado a su electorado a votar en blanco, pero otros apoyaron a Fischer, que ha convencido a la mayoría de la población con un claro estilo moderado, el estricto respeto al Estado de Derecho y la búsqueda del consenso.
Su postura a favor de la neutralidad de Austria, de la justicia social y de un desarrollo sostenible es secundada por un amplio espectro de la sociedad austríaca, al tiempo que el respeto que se ha ganado primaron sobre los mensajes muy conservadores de sus dos rivales.
Por otro lado, en la historia de la República de Austria hasta ahora jamás perdió un presidente que se presentó a su reelección para un segundo mandato.