El calentamiento climático de la tierra está tornando más complejo el desafío del desarrollo, si se tiene en cuenta que aún hay una de cada cuatro personas que vive con menos de 1,25 dólares al día y que hay más de mil millones de personas que no poseen alimento suficiente para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas.
Los países en desarrollo asumirán la mayor parte de los costos derivados del daño del cambio climático. Muchos de los habitantes de los países en desarrollo viven en sitios con exposición física y condiciones económicas precarias, y su capacidad de adaptación financiera e institucional es limitada, concluye el informe sobre el desarrollo mundial en 2010 del Banco Mundial, titulado Desarrollo y cambio climático.
"América Latina tiene emisiones per cápita, menores al promedio mundial pero experimenta alta vulnerabilidad a las consecuencias del cambio climático en la región. Esto se debe principalmente al hecho de que la región alberga grandes ecosistemas y recursos naturales que están experimentando cambios irreversibles. Por lo tanto, las acciones de adaptación al cambio climático adquieren una importancia trascendental", advierte Walter Vergara, ingeniero principal del departamento de desarrollo medioambiental del Banco Mundial.
En el mundo en desarrollo hay 1.600 millones de personas que carecen de acceso a la electricidad. En estos países, cuyas emisiones promedio per cápita son una fracción de las de los países de ingreso alto, necesitan instrumentar enormes ampliaciones en materia de energía, transporte, sistemas urbanos y producción agrícola, advierte el informe del organismo financiero internacional.
Los países en desarrollo pueden emprender la ruta del bajo nivel de carbono, al tiempo que promueven el desarrollo y disminuyen la pobreza, pero ello depende de la asistencia financiera y técnica de los países de ingreso alto, dice el Informe Desarrollo y Cambio Climático.
El documento recomienda a los países de ingreso alto actuar con rapidez para disminuir su huella de carbono e impulsar el desarrollo de fuentes de energía alternativas para contribuir a solucionar el problema del cambio climático. Los países más adelantados, que en el pasado producían la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, deben actuar para apoyar el futuro de la humanidad en materia climática.
"La buena noticia es que la posibilidad de lograr un mundo con un enfoque climático inteligente está a nuestro alcance si trabajamos juntos y ahora para vencer la inercia, reducir los costos y modificar nuestros sistemas de energía, alimentos y gestión del riesgo a los efectos de garantizar un futuro más seguro para todos", señala Marianne Fay, codirectora del Informe sobre el desarrollo mundial y economista en jefe de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.
Si los países desarrollados actúan ahora, es factible lograr un mundo "con un enfoque climático inteligente", y los costos que ello implicaría serían elevados aunque manejables. La clave para lograrlo es fomentar las actividades de financiamiento en los países en desarrollo, que es donde se producirá la mayor parte del aumento de las emisiones en el futuro, dice el informe del BM.
Además, los países deben actuar juntos porque ninguna nación puede asumir en forma aislada los desafíos interconectados que presenta el cambio climático, y se necesita de la cooperación mundial para mejorar la eficiencia energética y desarrollar nuevas tecnologías.
El informe detalla que las mejores prácticas y las tecnologías actuales de bajo nivel de carbono podrían reducir el consumo de energía en forma significativa, lo cual generaría un ahorro de dinero. Por ejemplo, es posible recortar el consumo de energía en la industria y el sector energético entre un 20% y un 30%, con lo cual se contribuye a reducir la huella de carbono sin por ello sacrificar el crecimiento.
Asimismo, muchos de los cambios destinados a disminuir las emisiones de los gases de efecto invernadero también generan beneficios importantes en la sustentabilidad ambiental, salud pública, seguridad energética y ahorros financieros. Por ejemplo, al evitar la deforestación se preservan las cuencas hidrográficas y se protege la biodiversidad, además de que los bosques pueden utilizarse eficazmente como sumideros de carbono.
Para solucionar el problema del clima se requiere de una transformación de los sistemas energéticos del mundo en las décadas venideras. Se necesitarán inversiones en investigación y desarrollo del orden de 100 mil a 700 mil millones al año, un gran aumento con respecto a la modesta cifra de 13 mil millones anuales de fondos públicos y de 40 mil millones a 60 mil millones anuales de fondos privados que actualmente se invierten.
El 26 de marzo, los expertos del Banco Mundial Walter Vergara y Marianne Fay presentarán al público paceño el Informe sobre el desarrollo mundial en 2010