Los graves problemas que están teniendo las principales fuerzas políticas del país a propósito de las candidaturas, muestra una tendencia peligrosa de debilidad de los partidos y de sus liderazgos.
La inscripción de las candidaturas de los tres principales partidos ha provocado una grave crisis institucional que muestra la debilidad en el funcionamiento institucional de dichas entidades y una cierta erosión de sus liderazgos.
Después del penoso proceso convencional de cada una de los partidos, en los cuales el dinero y la compra de conciencia fue uno de los factores determinantes, el ejercicio de la política ha estado muy cuestionado.
A eso se une la forma burda y antidemocrática en que las cúpulas partidarias llevaron a efecto el proceso de reservación de candidaturas, muchas de las cuales lesionaron los derechos adquiridos de sus militantes y sirvieron para legitimar los cambios de chaquetas políticos sin que mediara un proceso ideológico o político sino simplemente el deseo de lograr una posición por seis largos años.
Esta situación ha provocado crisis en los tres principales partidos del país y en los actuales momentos los coloca en un archipiélago de impugnaciones y rebatiñas internas que puede provocar incluso atrasos en el cumplimiento del calendario electoral.
De las tres organizaciones mayoritarias el PLD fue el partido que pudo salir menos lesionado de su proceso interno, pero donde se le ha creado un verdadero caos y desorden ha sido en sus negociaciones con el Partido Reformista Social Cristiano.
El PLD y el presidente Fernández entendieron como sumamente necesario el acuerdo entre ambas organizaciones con miras a lograr una contundente victoria en las elecciones de mayo del 2010 y, por vía de consecuencia, una victoria casi segura en las del 2012.
Pero el proceso no ha sido fácil debido a que los reformistas se han sobrevalorado y han impuestos una serie de candidatos impopulares, marginando en algunos lugares a los verdaderos líderes reformistas y peledeístas.
Esta alianza no muy bien llevada ha provocado también serios problemas internos en el PLD a nivel municipal pues los líderes de ese partido han sido sacados de las boletas o colocados en lugares sin posibilidades, para colocar allí reformistas impopulares o aliados que no aportan mucho.
El caso de Moca, donde los reformistas impusieron a una síndica impopular después de un acuerdo para llevar al presidente del PRSC en esa localidad, está provocando que incluso José Rafael Vargas, candidato a Senador con casi un 80% de popularidad, esté a punto de renunciar asqueado por esa situación.
En el caso del PRD es todavía peor ya que Miguel Vargas y su grupo de asesores han cercenado la esencia democrática de ese partido y han hecho un reparto de candidaturas de manera antojadiza y excluyente, lo cual ha provocado una gran estampida de perredeístas hacia el PLD.
Miguel Vargas y la dirección del PRD se reservaron casi el 80% de las candidaturas y muchas de ellas se las han entregado a personas ajenas al PRD o a reformistas recién llegados y eso ha sido una bomba de tiempo que ya ha empezado a explotar.
De acuerdo a una encuesta entregada al presidente Fernández en esta semana si las elecciones fueran hoy el PLD ganaría unas 29 senadurías y más de 100 diputaciones. Si los problemas de los partidos son superados y eso sucede, el liderazgo de Miguel Vargas en el PRD sería duramente cuestionado por sus opositores internos y podría afectar sus posibilidades presidenciales del 2012.
Euri Cabral
Es Comunicador y Economista
eurizina@hotmail.com