Madrid.- El Partido Popular (PP), el principal de la oposición en España, ha presentado una proposición no de ley para que el Congreso (la cámara baja del Parlamento español) se pronuncie a favor de la liberación de los presos políticos en Cuba y del diálogo con la disidencia en el marco de la posición común de la UE.
La iniciativa tiene como primer punto la condena de la "evitable y cruel" muerte del preso Orlando Zapata Tamayo después de una huelga de hambre de 85 días.
Estos términos son los mismos que se emplearon en la resolución que el Parlamento Europeo aprobó el pasado día 10 con el apoyo de socialistas y populares para denunciar el fallecimiento de Zapata.
El PP pide al Gobierno español que exija al régimen castrista "la inmediata e incondicional liberación de todos los presos de conciencia", que se cifran en unos doscientos.
También insta al Ejecutivo a establecer "de inmediato, en el marco de la posición común de la UE sobre Cuba, un diálogo estructurado con la sociedad civil cubana y con aquellos sectores que apoyan una transición pacífica a la democracia pluripartidista en la isla".
Al mismo tiempo, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero debería reanudar la "solidaridad" con la oposición al régimen y establecer "una política de puertas abiertas para los demócratas en las embajadas, particularmente en la española", dotándola de sistemas abiertos de conexión inalámbrica a Internet "a disposición de los ciudadanos vecinos a la legación".
El PP pide también al Gobierno obtener el compromiso de las autoridades cubanas para que Cruz Roja Internacional y el relator de Derechos Humanos de la ONU puedan visitar las cárceles de la isla y verifiquen si las condiciones de reclusión "se ajustan a los estándares mínimos que exigen la legalidad internacional".
La presentación de esta moción tiene lugar en medio del debate sobre la idoneidad o no de que la UE modifique su posición común sobre Cuba durante la presidencia española de turno.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha insistido en que va a seguir adelante con su plan de tratar de convencer a los socios europeos de la necesidad de entablar una nueva relación con el régimen castrista.
La posición común, fijada en 1996 a instancias del ex presidente del Gobierno español, el conservador José María Aznar, supedita el diálogo con La Habana a que haya avances en materia de derechos humanos y democracia y defiende la interlocución con la disidencia. EFE