Hace aproximadamente un año, un grupo de dirigentes, amigos y simpatizantes del PRD abrazamos el proyecto, la propuesta de llevar al empresario y otrora dirigente reformista Radhames Fermín, como candidato a síndico por Santiago.
Por su popularidad, por su trabajo social, por el posicionamiento que le daban las encuestas, el presidente y líder del partido blanco, Miguel Vargas, asumió ese compromiso. Hicimos un trabajo descomunal dentro y fuera del parido, se logró colocarlo en la supremacía de las simpatías partidarias, de las proximidades de otros partidos y de los ciudadanos sin partidos.
Fue una tarea titánica, de muchos esfuerzos, sacrificios, compromisos, y un gran despliegue de recursos económicos de parte del candidato a Síndico. Los perredeístas se identificaron con su candidatura, él le impregnó entusiasmo y un dinamismo inusual al partido del jacho en Santiago.
Por ese gran aporte y esfuerzo, por estar en la cresta de la popularidad en lo interno y externo del PRD, manifestado en todas las encuestas y sondeos realizados, el parido lo escogió como su candidato, y le entregó su pergamino que lo acreditaba como tal.
Claro, eso creó celos en la dirigencia, o en algunos dirigentes del PRD Santiago, no lo dejaban arrancar, lo boicoteaban, se inventaron todo tipo de artimaña. Para suerte de esos sectores, el doctor Gilberto Serrulle, eminente médico y dirigente peledeísta, candidato del partido oficial, presenta la propuesta de ir como candidato del PRD y barios grupos de izquierda, ante el desplante que le hizo su partido.
El PRD asume a Gilberto como su candidato, lo ve potable para enfrentar a José Enrique Sued, lo ve como una eminente carta de triunfo.
Pero, y Radhames Fermín y su equipo, y los compromisos contraídos con dirigentes, militantes del PRD, y lo pactado con Fermín, y el tiempo y los recursos millonarios invertidos.
El presidente y líder del PRD, Miguel Vargas, debe acoger la propuesta que le ha hecho Radhamés Fermín.
Radhamés acoge la propuesta de Serulle como síndico, pero que se respeten los acuerdos hechos por el empresario con su equipo político, equipo político que son todos miembros y dirigentes del partido blanco.
Dentro de esos acuerdos está que se respete las regidurías acordadas o comprometidas por Radhames Fermín. Que se le otorgue la vice-sindicatura a una mujer señalada por el empresario, que se respeten los candidatos de municipios y algunos distritos, así como que se le otorgue un porcentaje del cabildo para los dirigentes y militantes del PRD que se comprometieron con él, entre otros puntos.
Esperamos que la sensatez se apodere de los manejadores del ajedrez político en el partido blanco. Radhamés Fermín es una realidad política dentro y fuera del PRD en Santiago, él, quizás, o sin él quizás, puede ser el eslabón de triunfo de la sindicatura de Santiago.
El autor es periodista.
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