El empresario agrícola José Miguel de Peña denunció este martes que la minera Barrick Gold ha ocasionado graves daños a la capa vegetal, la hidrografía e incluso al patrimonio cultural taíno de las cuevas de Cotuí, en donde opera la multinacional canadiense.
José de Peña afirmó que tan sólo en una finca de su propiedad “fueron tumbados siete u ocho mil árboles”, pero que en toda la zona podría ascender a 300 mil la cantidad de árboles exterminados a causa de las operaciones de la Barrick Gold.
Aseguró que además de la capa vegetal de la zona, debido a las remociones que realiza en buena parte de la corteza terrestre, la empresa también contamina “las cabeceras de tres o cuatro ríos, y está destruyendo cuatro o cinco cuevas con grabados de la cultura taína” en su interior.
Denunció que la minera devastó su finca antes de devolvérsela recientemente en cumplimiento de una sentencia judicial.
“Nos entregaron las tierras el jueves 18 de febrero, pero lo que nos dejaron fue el esqueleto, por lo que al otro día elevé un recurso ante la Procuraduría de Defensa del Medio Ambiente, porque ellos tendrán que responder ante los tribunales”, refirió José de Peña.
Dijo que su queja antes las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente como de la Dirección General de Minería han actuado como “cómplices” de la Barrick Gold.
Aseguró que a los inspectores de Medio Ambiente se les impide ingresar a las áreas concesionadas a la minera.
“Ni siquiera al ministro de Medio Ambiente (Jaime David Fernández Mirabal) lo dejan entrar”, afirmó José de Peña.
La Barrick Gold Corporación, es la mayor multinacional minera dedicada a la extracción de oro en el mundo, con sede en la ciudad canadiense de Toronto.
Actualmente, la Barrick Gold opera más de 27 yacimientos mineros en Estados Unidos, Canadá, Australia, Perú, Chile, Argentina, Tanzania y más recientemente en Cotuí, municipio de la provincia Sánchez Ramírez, en donde explotará las reservas de la mina de Pueblo Viejo, con una inversión proyectada en alrededor de 700 millones de dólares.