Computadoras en desuso, filtraciones en el techo, aire central inservible, deterioro de inmuebles y robo de libros, eso es actualmente la Biblioteca Pedro Mir, de la UASD, inaugurada con bombos y platillos en el año 2005, y que el presidente Leonel Fernández prometió que el mismo apadrinaría.
Los inmuebles resultaron ser de mala calidad a tal punto, que la mayoría de los sofás ya han sido tapizados, porque las pieles se fermentaron. Se recuerda que para equipar la biblioteca, se gastaron en mobiliarios unos US$14 millones.
El sistema de aires acondicionados no funciona en las salas de estudios y espacios de servicios, ubicados entre el segundo y cuarto piso.
Decenas de computadoras están fuera de servicio por falta de mantenimiento, y otras cosas tan sencillas, como un mouse, teclados y conexiones eléctricas.
Asimismo, no se están utilizando, la mayoría de las máquinas dispuestas en los módulos de catálogos en línea, donde los estudiantes consultan el tipo de material que requieren para determinada investigación.
Son tan pocas las computadoras en uso actualmente, que los estudiantes, cuando llegan a la biblioteca; deben registrarse en una libreta y luego esperar hasta una hora, que se desocupe una.
Estudiantes consultados aseguraron que el aire acondicionado, en las salas situadas entre el segundo y cuarto piso de la edificación; dejó de funcionar hace dos años. También los bachilleres se quejan de las desapariciones de libros y el menoscabo intencional de otros.
Los libros se desaparecen por arte de magia, mientras a otros les son despegadas las hojas de manera intencional. “La biblioteca se alejó de la modernidad y hasta su estructura da de que hablar, ya no es un modelo”, lamentaron estudiantes.
Clara Benedicto, gobernadora de la biblioteca, expresó que se necesitan cerca de RD$3 millones para el manteniendo permanente de la estructura e inmuebles, “el presidente Fernández los prometió, pero no ha cumplido”.
Benedicto reveló que desde reinaugurada la biblioteca, hace cinco años, no ha recibido un centavo del gobierno, pese a que fue lo prometido.
Agregó es poco el mantenimiento que han podido darle, con recursos que obtienen a través del alquiler de algunas áreas, como el Auditórium Manuel del Cabral.
“Entre 10 y 14 mil estudiantes visitan diariamente la biblioteca. Para ofrecer un servicio digno necesitamos de un presupuesto mínimo asignado para compras y pagos de servicios de mantenimiento”, detalló Benedicto.
Manifestó que la Biblioteca Pedro Mir es el lugar de cultura más importante de la República Dominicana, pero que la falta de mantenimiento de su estructura e inmuebles, le ha sido relegada a una categoría menor.
Benedicto solicitó al presidente Fernández que cumpla con la palabra empeñada, de apadrinar esas instalaciones, para poder brindar un servicio digno a los estudiantes y población en sentido general.