Un grupo de obreros de la exportadora Casa Calín denunciaron que fueron despedidos sin previo aviso y sin entregarles la carta que acredita la suspensión de sus labores, con lo que persiguen negarle el pago de las prestaciones laborales.
Los ex empleados, en su mayoría mujeres que se dedicaban a la preparación de diferentes rubros agrícolas para la exportación, explicaron que tienen seis años laborando en la empresa y que al momento de su cancelación sólo quieren reconocerle un año de trabajo.
Informaron que la empresa los retiró a sus hogares, porque supuestamente no tenían trabajo pendiente, pero que al retornar se encontraron con que habían contratados otro grupo de empleados.
Señalaron que al exigir sus prestaciones, la empresa sólo quiere reconocerle un año, pese a que pasaron seis años ofreciendo sus servicios. Aseguran que con esta actitud la gerencia de la empresa lo que persigue es quedarse con sus prestaciones.
El grupo de ex empleados visitó la Secretaría de Trabajo en busca de una orientación, pero los inspectores que los asistieron no le ofrecieron una información satisfactoria. En tal sentido, solicitaron al Ministro de Trabajo, Max Puig, que intervenga en su caso para que la empresa se aboque a pagarles sus ganancias.
La tarde del viernes, la administradora de la exportadora, ubicada en la avenida Colombia, próximo a la autopista Duarte, se negó a dar una explicación sobre la situación laboral que afecta al grupo de ex empleados.