Miramar, Florida, EE. UU.- Algunos de los niños llegaron sin ningún legajo de estudios escolares, otros sin otra cosa que la ropa puesta. Unos pocos todavía tienen moretones y rasguños. Todos traen recuerdos terribles.
Unos mil niños que sobrevivieron el terremoto haitiano se han inscrito en las escuelas públicas de Miami-Fort Lauderdale, sumándose a la mayor concentración de haitianos en Estados Unidos.
El influjo de estudiantes pone presión sobre los maestros, administradores y asesores sicológicos. Muchos de los chicos luchan con el recuerdo de los horrores que vivieron, a la vez que intentan adaptarse a su nuevo ambiente. Algunos perdieron a seres queridos en el sismo, además de sus casas y escuelas. Algunos están nerviosos y temerosos.
"Lloro todas las noches", admitió Madjany Mouscardy, una niña de quinto grado en la escuela primaria de Silver Shores.
Madjany tuvo que abrirse paso entre los escombros después del sismo del 12 de enero, pasó varios días durmiendo a la intemperie y vio cadáveres en las calles hasta que finalmente la llevaron a Estados Unidos.
Llegó a Silver Shores sin ningún registro de estudios y con zapatos demasiado pequeños. El personal le dio una mochila y un uniforme. Se alojó en la casa de la hermana de su madrastra; su padre y madrastra todavía están en Haití. La niña tiene una herida en un tobillo.
Los estudiantes llegaron en aviones militares y vuelos privados. Algunos estaban en el proceso de ser adoptados antes del sismo y recibieron permisos especiales para venir a Estados Unidos tras el desastre. La mayoría tiene familiares residentes en Estados Unidos.
Experimentado debido a décadas de huracanes, el sistema escolar de la Florida se movilizó rápidamente.
En la semana posterior al sismo, mil consejeros de las escuelas de Miami-Dade recibieron instrucción en diferencias culturales, el manejo de alumnos con trauma sicológico y cómo ayudar a los maestros a identificar signos de trastorno del estrés postraumático.
