Puerto Príncipe.- El abogado defensor de los diez estadounidenses acusados de intentar sacar ilegalmente de Haití a 33 menores, Edwin Coq, dijo hoy que pedirá su libertad provisional porque atraviesan una "situación muy complicada" en la cárcel.
"Están durmiendo en el suelo, no comen bien, les han picado mosquitos, tienen los pies hinchados", dijo a Efe Coq, quien explicó que tuvo que comprar una pizza para ellos, ya que "no están acostumbrados a la comida que se ofrece a los detenidos".
Los diez, cinco hombres y cinco mujeres, fueron inculpados formalmente ayer de tráfico de menores y de asociación de malhechores tras ser detenidos la pasada semana cuando trataban de pasar a territorio de la República Dominicana en un autobús con un grupo de 33 niños de edades entre dos y doce años.
En una comparecencia ante la fiscalía, los estadounidenses, que pertenecen a la asociación Refugio de Niños Nueva Vida, con sede en Idaho, dijeron que son inocentes y que su única intención era ayudar.
El caso pasa ahora a la fase de instrucción, en la que se determinará si pueden ser puestos en libertad, juzgados en un tribunal criminal o sometidos a la jurisdicción correccional, en caso de que no se aprecie una especial gravedad en la acción cometida.
El letrado se basará en el artículo 80 del código de instrucción criminal haitiano, que permite la libertad provisional si se cumplen los requisitos necesarios, e intentará también que se aplique la figura del "beneficio de urgencia" para tratar de agilizar al máximo la tramitación de su solicitud de libertad, dada la "difícil situación" de los detenidos, explicó.
Coq tiene previsto reunirse con la presidenta del Tribunal Civil Jocelyne Casimir, para conocer a qué juez se atribuye la instrucción del caso y poder presentar la petición de libertad.