Bloquean libro en República Dominicana y Miami

Los pocos ejemplares que circulan en República Dominicana ya acusan el paso de la lectura suspicaz de decenas de lectores que escriben en los márgenes de las páginas los nombres reales de los personajes ficticios de la novela.

Otros lo están leyendo en fotocopias.

Memorias de una dama, del premiado escritor peruano Santiago Roncagliolo, que retrata la historia íntima y turbulenta de una familia de la alta sociedad de República Dominicana, no es un libro prohibido oficialmente, pero en la práctica es la suerte que ha corrido la novela en ese país donde transcurre su trama principal.

En Miami, el bloqueo parece similar.

La editorial española Alfaguara, que publicó la obra el año pasado, ha anunciado que no será vendida en República Dominicana, escenario de fondo de la saga del personaje central, Diana Minetti, una acaudalada dama de sociedad a quien sus hijos despojan de una herencia de $400 millones que el padre de ella, un inmigrante italiano, amasó en Cuba, principalmente.

Por todas las coincidencias de la ficción con la realidad, los dominicanos y amigos de la familia no albergan dudas de que la mujer no es más que Nelia Filomena Barletta, una fallecida millonaria aristócrata de una de las familias más ricas de República Dominicana, que se codeaba con lo más rancio del jet set europeo.

Nelia, quien falleció en el 2002, heredó la fortuna del magnate italiano Amadeo Barletta, un legendario y polémico importador de automóviles americanos que se vio involucrado en varios líos políticos en Cuba y República Dominicana durante los años 40 y 50.

"El libro no se ha vendido ni se venderá en República Dominicana", informó a El Nuevo Herald, Ruth Herrera, directora de Alfaguara en Santo Domingo.

¿La razón?, preguntó El Nuevo Herald.

"La editorial no va a emitir ninguna declaración", respondió Herrera, quien no negó la posibilidad de que exista un problema legal de por medio.

La novela tampoco ha sido distribuida por Alfaguara en Miami. La librería Universal ha tenido que traerla de España, según explicó su propietario Manuel Salvat.

"Está agotada, pero ya encargamos 40 ejemplares que llegan la próxima semana", explicó Salvat.

La representante para los medios de comunicación de la filial de Alfaguara en Miami no respondió llamadas de El Nuevo Herald.

Una fuente cercana a los entretelones del soterrado escándalo del libro le comentó a El Nuevo Herald que Roncagliolo sacó gran provecho a su trabajo, pues primero recibió dinero de Nelia, luego de la familia Barletta para que no publicara una versión no novelada y finalmente lo vendió como novela a Alfaguara, pero con la condición de que no circulara en República Dominicana.

Esa situación explicaría la imposibilidad de la editorial para poner a circular el libro en República Dominicana. Por el silencio de la editorial en Miami no está claro si el bloqueo incluye a Estados Unidos.

Otra fuente aseguró que la versión de no ficción de Roncagliolo se titulaba Los Lobos en el Paraíso, memorias de Nelia Barletta de Cates.

Consultado por El Nuevo Herald sobre los cobros del autor, Miguel Barletta, hijo de Nelia, respondió que no acostumbra a comentar "asuntos de carácter personal fuera del círculo familiar".

Sin embargo, agregó, "estoy seguro de que si prosigue con su investigación llegará a descubrir la verdad".

Nelia y su hijo Miguel se distanciaron a raíz de la disputa por la herencia.

El Nuevo Herald envió mensajes electrónicos a Roncagliolo, que vive en España, pero no fueron respondidos.

Por ahora, los ejemplares de Memorias de una dama que pasan de mano en mano en Santo Domingo son llevados al país por viajeros que los han comprado libremente en Perú o España para saciar su curiosidad en torno a un tema que de por sí, en la vida real, ha sido un tabú por muchos años: la herencia de los Barletta.

El limbo editorial de la obra ya ha provocado reacciones en República Dominicana.

De acuerdo con el diario El Nacional, de Santo Domingo, el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, emplazó recientemente a la editorial Alfaguara a explicarle por qué la novela circula de manera clandestina si no existe ninguna legislación que prohíba su libre comercialización.

Aunque no está a la venta en Santo Domingo, Alfaguara, filial de Santillana, una de las más grandes empresas editoriales del mundo hispano, continúa exhibiendo la propaganda de la novela en su página de internet.

Afirma la reseña que la novela cuenta la historia de un biógrafo que descubre los vínculos de la familia de Diana con el fascismo, la mafia italiana, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y las dictaduras caribeñas de Trujillo y Fulgencio Batista.

"Y decide escribir una historia muy distinta de la que quiere su clienta", agrega el comentario.

"Roncagliolo estafó a todo el mundo", escribió el periodista Fausto Rosario, director de la revista Clave, de República Dominicana. «La obra es divertida, profunda, con una trama poco común».

La historia que Roncagliolo cuenta en boca de Diana es tan similar a la de Nelia que la frontera entre la realidad y la ficción parece sólo un recurso para evitar problemas legales o un pretexto para darse el lujo de narrar la saga desde una de las esquinas de la prolongada disputa familiar.

Una enigmática advertencia al comienzo del libro justifica ese juego entre la realidad y la fantasía del autor advirtiendo que las novelas, como ésta, "no cuentan historias que han ocurrido. Sólo historias que podrían haberlo hecho".

Con o sin novela, la herencia de los Barletta ha sido un tema que se ha manejado con pinzas en la prensa dominicana.

En junio de 1999, cuando El Nuevo Herald publicó una serie sobre el litigio familiar, el senador Darío Gómez, quien promovió varios debates en el Congreso para denunciar una millonaria evasión de impuestos de la sucesión, afirmó que los medios dominicanos estaban «amordazados».

Según Gómez, la prensa dominicana ignoró deliberadamente los seis debates sobre el caso que se realizaron en la comisión por el temor de perjudicar a Miguel.

En 1999, Miguel respondió a El Nuevo Herald que no hubo ningún robo y que el litigio quedó resuelto desde 1976, cuando su madre suscribió un acuerdo en el que aceptaba que las propiedades en discusión habían sido aportadas válidamente a un fondo fiduciario.

Nelia había denunciado que, de la herencia que le dejó su padre Amadeo Barletta, se sustrajeron más de $400,000 para pagar sobornos a funcionarios dominicanos a fin de evadir el pago de impuestos.

Diana, la protagonista de la novela, le confiesa en el libro al escritor que la razón por la cual lo contrató para relatar sus memorias por $2,000 mensuales en Europa fue la de vengarse de sus hijos.

"Quiero que les duela", afirma Diana. "Que les duela a mis hijos que me robaron».

La dama le pregunta al escritor si cree que el libro puede a ayudar a resolver el problema de la herencia, y éste, que no quiere perderse esta gran oportunidad laboral que lo ayudará a mantenerse en Europa por un tiempo, comenta que en ese momento su respuesta apareció como una luz "ante la puerta del túnel del desempleo": "Si el libro se publica en España, con una editorial seria, tendrá resonancia. Habrá reacciones, es imposible saber cuáles, pero pasarán cosas".

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