Revisiones bariátricas, riesgosas pero necesarias

La cirugía para bajar de peso puede ser un alivio para las personas con obesidad mórbida, pues recobran su salud y elevan su autoestima. Sin embargo, como en medicina nada funciona en un cien por ciento de los casos, hay pacientes que presentan complicaciones después de esta operación. A tales pacientes hay que volver a intervenir, hacerles lo que se conoce en el argot médico como ‘revisiones bariátricas’.

Según estadísticas oficiales, en los últimos años se vienen realizando más de 100,000 cirugías bariátricas cada año en los Estados Unidos. Algunos de estos pacientes, entre el 2 y el 5 por ciento, tienen complicaciones y requieren reoperarse. Aproximadamente medio millón de personas se han hecho cirugía bariátrica en este país en los últimos cinco años, lo cual quiere decir que unas 25,000 han necesitado ser intervenidas de nuevo en ese lapso. Este es un campo en constante crecimiento.

Para dar una idea de cómo ha subido el número de revisiones que se realizan, el Dr. Paul Wizman, cirujano laparoscópico experto en cirugía para bajar de peso, subespecializado en revisiones bariátricas y afiliado al Northwest Medical Center, en Margate, Florida., calcula que en su caso, en el 2002 de cada 100 operaciones que hacía, 90 eras desvíos gástricos, 5 eran implante de bandas y 5 eran revisiones. Ahora, de cada 100 casos, 30 son desvíos, 30 son bandas, 30 son revisiones, y los 10 restantes son otros procedimientos relacionados.

El especialista dice que las revisiones bariátricas son 10 veces más riesgosas que la operación inicial, pero en muchos casos son absolutamente necesarias, incluso pueden llegar a convertirse en cirugías de emergencia.

Las revisiones pueden incluir cirugía de hernias internas, de úlcera o de paredes abdominales para eliminar sangrados o filtraciones; o la aplicación de una técnica distinta a la realizada primariamente; por ejemplo, hacer un desvío gástrico en un paciente en el cual ha fallado un implante de banda.

Hay otras revisiones menos invasivas que no requieren cirugía abierta, pues se realizan por la boca. Uno de estos procedimientos se llama StomaphyX, el cual se hace en pacientes a los que se ha hecho desvío gástrico pero han vuelto a ganar peso. Los creadores de esta técnica de revisión dicen que el desvío gástrico es exitoso para lograr entre un 60 a un 80 por ciento de pérdida de peso, pero algunos pacientes comienzan a ganar peso de nuevo a los pocos años de la cirugía. El StomaphyX consiste en el implante de un dispositivo flexible que vuelve a hacer más pequeña la bolsa estomacal, cuando esta se ha cedido. Este procedimiento dura entre 20 minutos y una hora y se hace con anestesia.

Otro procedimiento similar es el ROSE (Restorative Obesity Surgery, Endolumenal). Los fabricantes del ROSE calculan en un 44 por ciento el índice de pacientes que vuelven a ganar peso después de un desvío gástrico, porque con los años la bolsa estomacal o la conexión entre la bolsa y el intestino delgado se ceden. El ROSE también reduce el tamaño de la bolsa o de la apertura al tamaño que tenían cuando recién se hizo la operación bariátrica primaria.

El cirujano enfatiza la importancia de esclarecer primero qué es lo que ha fallado en una cirugía bariática, antes de hacer una revisión. Si lo que ha fallado son los hábitos del paciente, una segunda intervención no va a resolver el problema.

“Categorizamos las revisiones en dos grandes grupos”, explica el Dr. Wizman. “El primero es el de los pacientes que tienen complicaciones técnicas de la cirugía misma, tales como hernias internas, úlceras, sangrado, filtraciones y otros problemas abdominales. El segundo grupo es de pacientes que vuelve a ganar peso. En tal caso vemos si se trata de un hábito, quizás la persona está ingiriendo la comida equivocada, quizás no hay un sistema de apoyo alrededor suyo. Un síntoma como el dolor abdominal puede ser resultado de una complicación técnica, o puede ser ocasionado por problemas de la dieta. Hay que averiguar en cuál categoría se encuentra el paciente”, dice el Dr. Wizman.

El especialista explica que no se puede operar un paciente, verlo a las dos semanas y no volver a ocuparse de esa persona. Los pacientes bariátricos deben ser atendidos por un equipo de profesionales médicos, que incluye cirujanos, enfermeras, dietistas, psicólogos y médicos primarios.

El experto dice que estos profesionales deben cuidar al paciente antes y después de la operación. El paciente debe estar bien preparado, de tal forma que se disminuyan los factores de riesgo de la operación y se aumenten sus posibilidades de éxito. Luego de la intervención, el seguimiento debe hacerse al menos durante cinco años.

Según el Dr. Wizman, en los casos que lo permiten, las revisiones siempre deben ir de las soluciones menos invasivas a las más invasivas. Sin embargo, hay casos serios en los que no se puede esperar, sino que hay que reoperar de urgencia al paciente.

Para más información escriba a INTL@hcahealthcare.com; llame al 305-222-6750; o visite hcasaludinternacional.com

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