Tegucigalpa.- El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y el gobernante electo, Porfirio Lobo, acusaron hoy de "engaño" al mandatario depuesto, Manuel Zelaya, por la solicitud de un salvoconducto para viajar a México.
Zelaya denunció, por su parte, que el Gobierno de facto intentó hacerle firmar una declaración en la que reconocía que ya no es presidente de Honduras junto a la aceptación del salvoconducto para viajar a México, lo que fue confirmado por el canciller de Micheletti, Carlos López.
"Una vez más se nos engañó a quienes queremos la paz y la tranquilidad en este país con mentiras, con falacias. Desde la embajada del Brasil (donde permanece Zelaya) quisieron sorprender una vez a Honduras", expresó Micheletti en un discurso en una ceremonia militar.
"A todos los demás países hermanos que se involucren en un acto de esta naturaleza les pedimos que respeten la soberanía de este pequeño país", añadió.
El Gobierno de facto negó ayer "por improcedente" un salvoconducto a Zelaya para poder abandonar la embajada de Brasil, donde se encuentra desde el 21 de septiembre, y viajar a México, tras una negociación entre las partes.
Las autoridades golpistas explicaron que la negativa se debió a la "falta de calificación jurídica" del estatus en que las autoridades mexicanas iban a aceptar al presidente derrocado.
Lobo y Zelaya revelaron a medios locales que tenían previsto reunirse hoy en la República Dominicana para dialogar sobre la crisis política que vive su país tras el golpe de Estado del 28 de junio pasado en un encuentro junto al presidente de ese país, Leonel Fernández.
Según Lobo, Fernández "fue sorprendido" porque esperaba a Zelaya y sin saberlo, al mismo tiempo, se estaba "arreglando la salida a México" del presidente derrocado, anoche, cuando el Gobierno mexicano envió un avión para llevarlo de Tegucigalpa a ese país. "O sea que eso fue un medio teatro", dijo Lobo.
Por su parte, Zelaya dijo que recibió una llamada del presidente Leonel Fernández para que asistiera a un "proceso de diálogo" en el que iba a participar el candidato que obtuvo la mayoría de votos en las elecciones del 29 de noviembre en Honduras, Porfirio Lobo.
"Yo le dije al presidente Leonel Fernández que estaba totalmente de acuerdo en asistir, yo no tenía ningún problema en asistir, en regresar a Honduras después, aquí a la misma sede diplomática de Brasil, ir a otro país a hacer ese mismo ejercicio con el objetivo de buscar una solución para Honduras", agregó. Apuntó que posteriormente "salió lo de México".
"Hablamos por teléfono con el embajador (de EE.UU.) Hugo Llorens y al mismo tiempo se logró concretar lo de México para ver si el proceso se iniciaba en México, de allí surgió todo este lío que se dio ayer", añadió Zelaya, sobre su posible salida hacia ese país en la víspera.
Lobo precisó que Fernández le habló hace dos días para invitarle a reunirse con Zelaya, tras la decisión del Congreso hondureño de no restituir en el poder al mandatario depuesto.
Agregó que le respondió que "con toda voluntad" iría y quedaron en que este jueves llegaba a República Dominicana con la idea de que Fernández se reuniera hoy separadamente con él y Zelaya, y firmar mañana "un acuerdo para traerle paz a la nación".
En un conversación anoche con el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, Zelaya le informó de su intención de viajar en forma inminente a México y de participar en la cumbre de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) que se celebra este fin de semana en Cuba.
Con el frustrado viaje de Zelaya a México la crisis política hondureña, surgida tras su derrocamiento por los militares el 28 de junio pasado, tomó un nuevo rumbo.
Además, el Gobierno de México aseguró que ya no hay posibilidades de acoger a Zelaya y precisó que esa solicitud partió del propio presidente depuesto de Honduras.
Micheletti también le exigió hoy al mundo respeto a su país, donde dijo que sobra la dignidad en cada uno de los hondureños, y afirmó que ayer "hubo un conflicto que se iba a tornar nacional", en alusión a la frustrada salida de Zelaya hacia México.