Al menos 15 personas, entre ellas tres ministros, han muerto hoy en un atentado con explosivos en un hotel de Mogadiscio, capital de Somalia, donde se celebraba una ceremonia de graduación a la que acudían varios ministros del Gobierno Federal de Transición (GFT), según han informado testigos de los hechos.
Fuentes gubernamentales han confirmado la muerte de tres ministros somalíes a causa de la explosión, entre ellos los ministros de Educación Superior, Ibrahim Hassan Adow, y de Sanidad, Qamar Aden Alí, según informaron fuentes gubernamentales.
Somalia, ejemplo de estado fallido, es un país dividido étnicamente que se desangra por la violencia local. El país no tiene una autoridad estable desde que los líderes de los clanes (señores de la guerra) derrocaron al dictador Mohamed Said Barre en 1991, para después sumirse en una guerra civil entre ellos. El radicalismo islámico abrió una nueva brecha en este escenario. EE UU considera que algunas milicias tienen vínculos con Al Qaeda.
La insurgencia islamista ha matado a más miles de personas. El enfrentamiento de los rebeldes contra las fuerzas gubernamentales ha terminado con la vida de al menos 19.000 somalíes desde que comenzara en 2007, y ha obligado a 1,5 millones de personas a huir de sus hogares, algo que ha provocado una de las peores emergencias humanitarias.