Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó que las banderas en los edificios oficiales ondeen a media asta desde hoy hasta el 11 de noviembre, en homenaje a las víctimas del tiroteo del jueves en la base militar de Fort Hood, en Texas.
En una breve comparecencia ante los medios en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama instó a los ciudadanos a no "precipitarse a sacar conclusiones" tras el ataque, en el que murieron 13 personas y una treintena resultó herida después de que el psiquiatra militar Nidal Malik Hasan, de origen palestino, disparara contra otros soldados.
El mandatario estadounidense indicó que se ha abierto una investigación en torno al incidente, especialmente para determinar qué causó que "un individuo abriera fuego contra sus compañeros de armas".
El país entero "se encuentra de luto" ante uno de los peores incidentes de violencia registrado en una base militar estadounidense, subrayó.
Por ello, agregó, ha ordenado que las banderas en los edificios oficiales ondeen a media asta hasta el día 11, cuando se conmemora el Día de los Veteranos.
La medida tiene como objetivo rendir homenaje a los caídos y a los soldados que "cada día arriesgan su vida por nosotros" y sus familias, dijo.
La prensa de Estados Unidos, que explora hoy los motivos que pudieron llevar a Hasan a perpetrar la matanza, apunta a su inminente despliegue en Afganistán como posible detonante de la tragedia.
Hasan, de 39 años, es un experto en trastornos de estrés postraumático que últimamente estaba "muy mortificado" con la idea de ser destinado a Afganistán. La prensa destaca que Hasan, que tiene grado de mayor empezó a tener problemas con su pertenencia al Ejército de Estados Unidos después del 2001.
Según declaraciones de un primo de Hasan a The New York Times, el psiquiatra estaba últimamente "mortificado con la idea de ser enviado al frente". Hasan no manejaba bien los relatos de horror que, como psiquiatra y militar, escuchaba de los compañeros que volvían del frente.