Madrid.- El asesor de la Presidencia de Brasil Marco Aurelio García considera el primer año de mandato de Barack Obama como "más positivo que negativo, aunque en cierta medida se podría esperar un poco más".
En una entrevista con EFE en Madrid, que coincidió con el primer aniversario de la llegada a la presidencia de EEUU de Obama, el asesor para Asuntos Internacionales del presidente Lula da Silva advirtió de que "tampoco hay que tener ilusiones".
Obama, explicó, "está enfrentando muchas dificultades, tiene una agenda interna de inmensa complejidad y una agenda externa también compleja, en la cual América Latina no ocupa la prioridad".
García, que asiste en Madrid al Foro "Brasil, gran potencia latina", citó el caso de Honduras y opinó que EEUU "se retrasó" en la toma de iniciativas.
Un hecho que atribuyó a "algunos sectores muy conservadores que trataron de frenar una actitud más dura de ese país en un momento en que las presiones puramente diplomáticas ya no resultaban".
Tras recordar que Brasil tuvo una actuación de "perfil bajo" en este caso, que aumentó al refugiarse el presidente depuesto Manuel Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, confió en la mediación que en las próximas horas llevará a cabo el subsecretario de Estado de EEUU para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon.
Al pronunciarse sobre otros focos de tensión en Latinoamérica, Marco Aurelio García ofreció la ayuda de Brasil para vigilar (con aviones) la frontera entre Venezuela y Colombia, lo que, dijo, contribuiría a "al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países".
El asesor de la presidencia brasileña reconoció "la fuerte presencia" de la figura de Luiz Inácio Lula da Silva como mediador en la región, que atribuye a su personalidad no triunfalista, "no trató de llegar como un campeón".
En su opinión, "Lula da Silva ha mantenido "una relación muy fluida con presidentes que incluso muchas veces no tenían con él una cercanía política", y así recordó que se lleva bien con (Hugo) Chávez y con Alvaro Uribe.
El asesor presidencial apostó porque la integración regional no sólo se base en las relaciones comerciales y se trabaje en "resolver las asimetrías" que existen entre unos países y otros en cuanto a fuentes de riqueza y en resolver los problemas internos, como la desigualdad social.
Así, abogó por reemplazar la idea de "liderazgo", con la que se define frecuentemente a Brasil, por la de "solidaridad" y porque Sudamérica se presente en el escenario internacional como "un conjunto, con afinidades y sin grandes conflictos étnicos ni religiosos, donde todos los gobiernos fueron elegidos por sus ciudadanos".
En cuanto a las relaciones entre ambas orillas del Atlántico, Marco Aurelio García expresó la confianza de Brasil en que la presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre de 2010, suponga un "avance definitivo" en el logro de un acuerdo entre los Veintisiete y el Mercosur.
Tras años de conversaciones entre el Mercosur y la UE, éstas se congelaron, recordó García, quien consideró que "ha llegado el momento de restablecer la negociación para llegar a un acuerdo que no será el ideal", pero sí el posible para establecer una relación de futuro.
Y en esa negociación, el asesor del presidente brasileño apuntó al jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la presidenta argentina, Cristina Fernández, como dos actores esenciales.
Argentina presidirá a partir de enero próximo el Mercosur -integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay-, en coincidencia con la presidencia de la UE por parte de España, un país con "sensibilidad" hacia la región, dijo el asesor brasileño.
Por ello, se mostró convencido de que los protagonistas de "un acercamiento efectivo desde el punto de vista comercial, el año próximo, serán los gobernantes de España y de Argentina".
Matizó, no obstante, que aunque una presidencia argentina de Mercosur y la española de UE pueden "ayudar muchísimo", es necesario "un impulso de naturaleza política, que solamente los jefes de Gobierno pueden dar". EFE