En la Era de Trujillo (1930-1961), “La 40” se conocía como la cárcel de represión donde se llevaban a todos los presos políticos que se oponían al régimen para ser torturados por el hermano del dictador, José Arismendy Trujillo Molina (Petán), quien dirigía el Servicio Secreto Militar.
Cuando el régimen de Rafael Leónidas Trujillo cayó en el 1961, el sector donde funcionaba fue invadido por habitantes de distintas provincias del país de clase muy pobre, quienes construyeron sus casas con madera, pedazos de palo y zinc.
Durante el período de la transición democrática en 1961 al 1963, dicha barriada fue organizándose hasta convertirse en un área popularde la zona norte de la capital.
Según el munícipe Pedro Alcántara, “La 40” fue desalojado por el doctor Joaquín Balaguer en su primera gestión de gobierno en 1966, y los habitantes ocuparon la zona cercana al río La Isabela, donde se formaron Los Barrancones de La 40 de Cristo Rey junto al de Hoyo de Chulín.
Recordó que en el sector, Balaguer inició la construcción de un proyecto habitacional de 40 apartamentos, pero que los trabajos avanzaban muy lentos para la época.
Dijo que para finales del 1977 arrancó la edificación de las principales vías de accesos a la comunidad como la de Los Reyes Católicos, Los Mártires y la Ortega y Gasset.
Indicó que Balaguer inauguró los apartamentos del Hoyo de Chulín en el 1990, hoy conocida como Paseo de los Reyes Católicos, entregado a la mayoría de los habitantes desalojados en su primera gestión presidencial.
En la primera gestión (1996-2000) del actual presidente Leonel Fernández, se construyeron un conjunto de apartamentos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la comunidad, los cuales fueron entregados a una pequeña cantidad de personas que no era de la zona, dejando a muchos sin viviendas.
Población
Según el más reciente Censo Nacional de Población y Vivienda (2006), “La 40” de Cristo Rey cuenta con 23 mil habitantes, los cuales 9,538 son hombres y 13,462 mujeres.
En principio, la urbanización fue estructurada con los servicios permanentes de agua, luz, teléfono y recogida de basura. Hoy también tiene servicio privado de televisión por cable. Con el crecimiento poblacional de los barrios, muchos de esos servicios públicos han sido deficientes.
Producción
La ocupación laboral de los moradores de “La 40” de Cristo Rey es diversa, desde chiriperos, obreros, hasta técnicos y profesionales, muchos de sus habitantes carecen de un empleo digno y adecuado a sus conocimientos.
Desde el 1967, el sector cuenta con servicios de transporte público, con diferentes rutas que la comunican con varios puntos de la ciudad a través de guaguas, carros de concho, motoconchos y taxis. Además, tiene una gran cantidad de entidades educativas, religiosas y de salud tanto publica como privada.
Consta de la Iglesia Católica San Pablo Apóstol, la cual está ubicada en la avenida Los Mártires, la Parroquia Cristo Rey en la calle 41, y otras en Las Flores y El Yaquito.
También el sector posee la escuela Luís Manuel Caraballo, fundada en el 1978. Esta presenta ocho aulas, dirección, subdirección, tres baños, uno es exclusivo para los maestros y una cocina para el desayuno escolar.
En lo que se refiere a salud, “La 40” tiene un buen empuje, sin embargo, los servicios son precarios, y poco accesibles a la población. Dentro de los principales centros médicos que existen en Cristo Rey figuran las clínicas Peguero, Cruz Jiminián y Santo Socorro, pero estas instituciones le dan servicios a todos los subbarrios cercanos.
En cuanto a las instalaciones de recreaciones culturales y deportivas no se encuentran en buen estado, ya que la delincuencia se ha apoderado de las pocas infraestructuras que posee la comunidad.
Delincuencia
Uno de los graves problemas de “La 40” es la falta de iluminación de sus calles, ya que son peligrosas para la ciudadanía por los constantes robos, asaltos, pleitos que se manifiestan a diario en la comunidad por el alto grado delincuencia.
La violencia es el principal elemento de perturbación de la paz del sector. La presencia de bandas juveniles que se disputan el control de los espacios de distribución y ventas de drogas, esta situación crea intranquilidad entre los habitantes de la barriada.
Estas bandas son de diferentes denominaciones, y cada una tiene sus modalidades y accionan de diferentes maneras en el popular sector.
Para los casos de violencia intrafamiliar y disputas entre vecinos, la zona y sectores aledaños cuentan con el Centro de Mediación Comunitario, a través del cual desde su fundación se han resuelto miles de casos que han devuelto el sosiego a muchos hogares.
Desde su fundación, “La 40” de Cristo Rey y sus munícipes han sufrido el desprecio de los diferentes gobiernos para solucionar los males que les afectan; pero por su creencia siguen esperando que la mano amiga de las autoridades, algún día, soluciones los principales problemas del sector.