Pautas y opciones diagnósticas para el cáncer del seno

A propósito de celebrarse en octubre el mes del cáncer del seno, en los Estados Unidos se está haciendo énfasis en las diferentes opciones de diagnóstico que ahora existen para detectar esta enfermedad a tiempo.

El cáncer del seno es uno de los tipos de cáncer más comunes entre las mujeres, con un riesgo del 12 por ciento a lo largo de sus vidas. Una de cada ocho mujeres en los Estados Unidos será afectada por el cáncer del seno, enfermedad que a pesar de los grandes avances que hay para tratarla, continúa teniendo una mortalidad del 17 por ciento, según la Sociedad Americana del Cáncer.

“Cuando esta enfermedad se detecta en sus primeras fases, la sobrevivencia a cinco años está por encima del 98 por ciento”, dice el Dr. Warren L. Reuther, III, radiólogo subespecializado en diagnóstico de cáncer del seno, afiliado al Columbia Hospital, en Palm Beach, Florida.

“Estamos recalcando la importancia de que las mujeres sepan cuáles son las pautas y opciones de diagnóstico para la salud de los senos”, agrega el especialista.

Según el experto, las mujeres deben tener en cuenta las siguientes pautas, para saber cuándo deben comenzar a hacerse examinar:

1- Comenzando temprano a los 20 años de edad, usted debe examinarse a sí misma. Definitivamente pregunte a su médico acerca de los beneficios y limitaciones de este tipo de examen.

2- Entre los 20 y 30 años se recomienda realizar un examen clínico, al menos cada tres años.

3- A los 35 años, usted debe comenzar a hacerse mamografías, junto con un examen clínico de los senos cada año.

La mamografía o mamograma es una herramienta efectiva para identificar el cáncer, por medio de imágenes de los senos; sin embargo, la nueva tecnología de radiografía digital es aún más precisa para identificar anormalidades en los tejidos de los senos.

El Dr. Reuther advierte que en cualquier examen existen riesgos, pero en el caso de las pruebas diagnósticas de los senos el riesgo es mínimo. La radiación que se recibe en una mamografía anual es igual a la recibida durante tres meses de la vida diaria.

Algunas veces la mamografía no es lo suficientemente clara para el médico poder tomar una decisión clínica. Con el objetivo de obtener más información acerca de una paciente, es posible que el médico ordene una prueba de ultrasonido o de resonancia magnética.

El experto explica que el ultrasonido o sonografía es una prueba que usa ondas de sonido de alta frecuencia para mirar el interior del cuerpo humano. Las ondas de sonido viajan a través del seno y reflejan ecos, los cuales aparecen en una pantalla. No obstante el ultrasonido es una prueba sin dolor y libre de radiación, no es un examen de rutina que se haga solo. El personal clínico a menudo usa el ultrasonido junto con la mamografía, para obtener una imagen más completa del seno.

La resonancia magnética es una prueba adicional que puede usarse para detectar ciertos cánceres. Sin embargo, la resonancia magnética también puede pasar por alto ciertos cánceres básicos que son fácilmente identificables por medio de la mamografía. La resonancia magnética tampoco se recomienda como una prueba regular, excepto cuando es usada en conjunto con la mamografía en mujeres de alto riesgo. Además, es posible que los seguros no cubran la resonancia magnética, así que se recomienda que el médico analice y recomiende caso por caso individualmente si la paciente amerita una prueba de estas.

A las mujeres con una fuerte historia familiar de cáncer del seno o de ovario, con mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA12, o que han recibido terapia de radiación del pecho, o han tenido un riesgo de un 20 a 25 por ciento en toda su vida (determinado clínicamente), se les recomienda que se hagan una resonancia magnética además de la mamografía anual.

Si las pruebas diagnósticas mencionadas muestran anormalidades que ameritan revisar más el caso, el médico debe recomendar estudios adicionales o sugerir que se realice una biopsia.

La biopsia es básicamente una muestra de tejido del área sospechosa, que se obtiene para buscar anormalidades. Usualmente, se usa un instrumento guiado por resonancia magnética, guiado de manera estereotáctica (con imágenes tomadas desde ángulos múltiples), mamografía o ultrasonido del lugar en cuestión. Un patólogo analiza la pequeña muestra de tejido bajo el microscopio. El patólogo puede determinar exactamente si las células son benignas, o si se requieren que se les analice más.

El Dr. Reuther enfatiza que el cáncer del seno es una enfermedad que puede ser detectada y detenida si se realizan las pruebas correctas. “Gracias a los mejores sistemas de detección y tratamiento que tenemos actualmente, la mortalidad del cáncer del seno se ha ido reduciendo desde 1990. La detección temprana con mamografías anuales es la clave para un cuidado óptimo de los senos”, concluye el Dr. Reuther, quien es profesor de radiología en varias instituciones universitarias.

Para más información escriba a INTL@hcahealthcare.com; llame al 305-222-6750; o visite hcasaludinternacional.com

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