Naviera privada ocupa Base Naval Caldera

La empresa naviera Contreras Peña ocupa espacio marítimo y terrestre de la base naval de La Caldera. Esta compañía tiene una deuda acumulada de 29 millones de pesos por pagar a la Marina de Guerra.

En la comandancia del almirante Iván Peña Castillo se hicieron esfuerzos para que saldara la deuda.

Dominicanoshoy.com supo de buena fuente que Contreras y Peña, que se dedica a la reparaciones de barcos, no solamente tiene parte de la instalaciones de base naval, sino un cuerpo de seguridad privada con entrada y salida independiente.

Esta empresa debe pagar 7 mil dólares mensuales por el uso de las instalaciones de la base naval, según consta en el documento de arrendamiento.

El actual comandante de la base naval contralmirante Aquilino María Melo, se desempeño como intendente en la jefatura de Dewind y a la llegada de Peña Castillo fue pensionado.

La pensión de María Melo fue dejada sin efecto por un jerarca militar cercano al presidente de la República, doctor Leonel Fernández. Este alto militar hizo posible su ascenso a general, a pesar no tener los estudios de Estado Mayor que se requieren.

Recientemente, a María Melo lo nombraron comandante de la base naval de La Caldera, la más grande e importante del país, enclavada en la región sur que cubre el litoral marino Baní y Azua por donde se producen los mayores casos de bombardeos de cargamentos de drogas por aire y mar.

Se recuerda que en Paya, Baní, fueron asesinados siete colombianos en un tumbe de l,337 kilos de cocaína y millones de pesos, dólares o euros.

Los motivos por los cuales el ex jefe de la Marina de Guerra, Peña Castillo recomendó la pensión de María Melo se desconocen, cuando tenía la intendencia de esa institución.
Actualmente, la Cámara de Cuentas realiza una auditoría sobre la compra, distribución del combustible y el pago de reparaciones de destacamentos no realizadas.

La semana pasada, la Cámara Cuentas conversó por seis horas con el ex jefe de la institución militar vicealmirante Julio César Ventura Bayonet, que a su llegada, muy inquieto, rompió el protocolo. También llamaron al coronel Guillen Sarante, intendente en la jefatura de Ventura Bayonet.

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