Tantas luchas verbales y hasta corporales han dejado el desvencijado sentimiento de la incomprensión y esa sensación de que, al final, las cosas siguen igual.
El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), doctor Waldo Ariel Suero, ha dicho sentirse utilizados por el mediador Agripino Núñez Collado y el propio gobierno y les increpa por haber propiciado con el diálogo un debilitamiento del proceso de lucha que llevaban a cabo.
Una vez más, como ha ocurrido entre los partidos políticos en los últimos tiempos y en otras esferas de la sociedad, el árbol impide ver el bosque.
Se habla de luchas y la pregunta sigue siendo, si amén de las razones ciertas y lógicas de los galenos y personal médico por mejorar sus condiciones de vida y lograr un aumento de salario, alguien dedicará frases acertadas a quienes más han sufrido por las incongruencias de este conflicto entre el gobierno y los hombres y mujeres de las batas blancas.
¿Anestesia para el gremio, como asegura el presidente del CMD?¿Letargo en la lucha por la reposición de los médicos cancelados?
Ahora mismo, las mayorías que creyeron que se iba a pensar en ellas, vuelven una vez más el rostro a la esperanza, acompañada de la fe, a ver si finalmente se logra ese ambiente de paz que deben guardar las paredes protectoras y curativas de los hospitales, no los actos de violencia y enfrentamientos que les han caracterizado en los últimos tiempos, donde las manos que salvan han peleado entre ellas…