Inseguridades, más…

Son tantas las palabras y expresiones que en vez de transmitir seguridad declaran lo contrario y ponen el alma en vilo, no sólo al pensar en la seguridad personal, sino en la de nuestros hijos y otros seres indefensos de la sociedad.

Es el caso de la afirmación del jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, cuando dice que “existen personajes reconocidos del país que están protegiendo a los secuestradores del joven Eduardo Antonio Baldera Gómez, ocurrido el 18 de septiembre en Nagua”.

Ya se inició el décimo mes del año y aunque han transcurrido los días, que para los familiares del secuestrado deben ser de los más tortuosos de su existencia, aún no se conoce el paradero del muchacho.

Encima, la visión de posibles “personalidades” reconocidas vinculadas con el secuestro, hace que la inseguridad se incremente entre dominicanas y dominicanos, porque lo lógico es que ante situaciones de esta envergadura, se acuda en busca de la ayuda de policías y miliares, que obviamente deben solucionar el hecho, y no estar “detrás de un rapto”.

La prensa habla de unos 600 allanamientos en distintas regiones; de la movilización de 118 fiscales y 2,795 agentes transportados en 342 vehículos.
Hay que apuntar que, sin duda, la policía trabaja fuerte, "…las 24 horas”, tal y como afirma Guzmán Fermín.

Las noticias de cada día son estremecedoras: la droga, que un día “anduvo y siguió rumbo al norte”, ahora prosigue su rumbo, pero antes deja considerables sumas en el territorio nacional, con los consecuentes “tumbes”, “ajustes de cuenta”, asesinatos y, encima, como si fuera poco, a pesar de los despliegues y esfuerzos policiales, ahora toma fuerzas la execrable modalidad del secuestro.

Ojalá el joven Baldera regrese a su hogar sano y salvo. Pero, lo cierto es que para esa familia nunca más la vida será como antes y, por supuesto, tampoco para el resto de la República Dominicana.

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