Santiago.- Choferes y pobladores de unas nueve comunidades del Sur de Santiago se encadenaron nuevamente para exigir del gobierno el arreglo de la carretera que une a Matanzas con el paraje de Palo Amarillo.
La protesta afectó las actividades comerciales y del transporte de las localidades de Matanzas Arriba, Palo Amarillo, Quebrada Honda, la Jagua, Callejón del Guano, los Picos, los Ciruelos, Castillo, Mora, Don Juan y otras.
Los manifestantes, además de encadenarse, lanzaron desperdicios en la carretera, interrumpiendo el tránsito. También las protestas afectaron el transporte de las comunidades de Baitoa, la Zanja, Guayabal y Laguna Prieta.
Teobaldo Almonte, secretario general de la ruta L, y vocero de las organizaciones comunitarias, dijo que se mantendrán en el lugar hasta que las autoridades atiendan sus reclamos.
Reveló que a pesar de que en esa zona hay ubicadas importantes industrias, la carretera presenta un progresivo estado de deterioro que hace imposible el tránsito de vehículos y hasta de personas, debido a los hoyos y zanjas que tiene.
Al lugar se presentó un contingente de la Policía al mando del coronel Rosario, quien exhortó a los manifestantes a mantener la calma y evitar las confrontaciones.
Los residentes de las comunidades afectadas dijeron que están cansados de exigir la construcción de esa vía, pero que no se le hace caso, por lo que han decidido lanzarse de nuevo a las calles a protestar.
Es la segunda protesta en menos de ocho días que realizan los moradores de esas demarcaciones y la número 10 en lo que va de año en reclamo de la misma demanda.